macro
Del 27.05.16 al 31.07.16
Foto Crazy camina por la sombra
En el marco de la muestra Ejercicios
Exhibición de trabajos de fotografía y performance del taller Foto Crazy de la cárcel de Piñero, en el Piso 07 del Macro.
En el marco de la muestra "Ejercicios"
Foto Crazy funcionaba semanalmente desde abril de 2012 como taller de fotografía y escritura en la cárcel de Piñero, hasta que el día 12 de abril del presente año en la UP Nº 3 se informó que, según lo dictaminado por un expediente elaborado por el Tribunal de Cuentas del Servicio Penitenciario, se suspendían las partidas presupuestarias destinadas a los profesionales contratados para la coordinación de los talleres que se dictan en los penales del sur de la Provincia de Santa Fe.
Este proyecto ha sido galardonado con el Premio Estímulo Fundación Castagnino Salón Nacional de Rosario 2015
"Foto Crazy camina por la sombra" es parte de la propuesta de exhibición "Ejercicios: Formación, aprendizaje e intercambios en el arte contemporáneo" que invita a reflexionar sobre circuitos en donde los artistas realizan sus prácticas y producen saberes, así como su circulación y estrategias, como la perspectiva de la historia reciente del campo artístico rosarino.
Actividades del aula-taller
En el quinto piso del museo se realizarán charlas, debates y encuentros a lo largo de la muestra.
Información y cronograma
Sobre la presentación de Foto Crazy el 27 de mayo en la apertura de la muestra “Ejercicios. Formación. Aprendizaje e intercambios en el arte contemporáneo” en el Museo Macro de Rosario.
Somos Foto Crazy, trabajamos en la Unidad Penitenciaria Nº 11 (UP 11), en Piñero, a 20 km de Rosario.
Antes que nada decir que no podríamos hablar de formación o aprendizaje como dice el nombre de la muestra porque no nos focalizamos en eso estrictamente, así que vamos a hablar de la experiencia de Foto Crazy y de algunos aspectos del intercambio, sobre todo del gusto que nos dejó la presentación del viernes 27 en el museo.
Foto Crazy surge en el 2011, como un proyecto de investigación y creación que dialoga con diferentes lenguajes basados en la fotografía y la escritura. Es un experimento de trabajo colectivo potenciado por el deseo de salir de los encierros.
Este deseo de salir de los encierros es común a todos los que, de una u otra manera, participamos de Foto Crazy , cruce de personas de diferentes formaciones provenientes de círculos sociales diferentes que nos encontramos en el espacio físico de la cárcel. Este cruce refleja una mezcla de experiencias y técnicas adquiridas y también el mundo cotidiano de la marginación, la estigmatización social e institucional.
Pienso en un fragmento de una entrevista a Lucrecia Martel que anduvo circulando hace unos días porque expresa bien la idea anterior y da pie a lo siguiente.
Para ella el cine (podría leerse “el arte”) padece un mal, está en manos de una sola clase social. Dice que “a lo largo y a lo redondo del globo, está en manos de la clase media alta. Aún con el abaratamiento de la tecnología, sigue siendo una deficiencia. Y eso, deviene en una homogeneidad bastante evidente. Tenemos muy buenos sentimientos y una sensibilidad muy grande. Esa mezcla nos lleva a preocuparnos por conflictos sociales que no conocemos realmente, como si fueran objetos a los que es fácil acercarse. Entonces, hay una serie de males que se repiten.
Hay una deficiencia para la autocrítica y una cantidad de reiteraciones de representación de las clases sociales, sobre todo populares, desde un lugar muy enajenado, desde la culpabilidad o la redención. Y después, cuando representamos a la propia clase, con mucha indulgencia, se recurre a “el artista”, como si éste hecho salvara a los personajes de las maldades propias del humano.
Si una no hace un gran ejercicio de sacudón de la percepción, de la observación de nuestras ideas sobre el mundo, es muy difícil que nos salgamos de esos esquemas”.
Por eso no nos interesa definir exactamente los términos técnicos que hablan de internos, artistas, obra, delincuente, más bien nos confundimos como estrategia para salirnos de los esquemas y las identidades que están siempre a riesgo de cristalizarse. Más que un colectivo Foto Crazy es un movimiento que no tiene dirección ni objetivos, ni siquiera sabemos cuántos somos.
No buscamos ser una organización. Dudamos de poder brindar refugio subjetivo porque apenas si sabemos dónde encontrarlo. No tenemos experiencia de inclusión social – aunque quizá la haya y sabemos bien de los esfuerzos de muchos profesionales-, la cárcel es el último reducto de los excluidos. Carecemos de moral para no pretender juzgar a nadie, no ofrecemos redención a través del arte.
Entonces quizá la homogeneidad perceptiva imperante de la que habla Lucrecia Martel, se sacude por ejemplo cuando Foto Crazy sale de la cárcel y se presenta en el museo: abre una ventana hacia otra dimensión, como diría Osvaldo, fuera del mundo del arte/ afuera/ para dejar de ser invisibles/entre fanstamas: primero un mago que para hacer un truco de escapismo le pide al público que lo ate con una soga, después la inesperada aparición de Omar que llegó desde la UP 6 como una epifanía, custodiodado por dos polícias armados que, por decisión protocolar debían dejarlo esposado.
De lo que genera ese sacudón, nos quedamos con un comentario para seguir pensando, que incluye a los demás y que podría funcionar como metáfora del arte o de alguna realidad. Alguien se acercó y dijo: horrible e innecesario. Según el diccionario, horrible es algo intenso o muy grande, muy feo, malo o desagradable. Innecesario no determina el correcto funcionamiento de algo, y es inútil.
Sin embargo, la salida es sustancial para el trabajo de Foto Crazy y paradojal para la cárcel, por lo tanto es siempre un acontecimiento conflictivo y de futuro impredecible. La salida prepara el cruce adentro - afuera de la cárcel donde se configura nuestro trabajo, en una zona neblinosa donde se combinan las fronteras y las lógicas del poder y las disputas.
Cada vez que hay una muestra o una presentación de Foto Crazy, la parte del grupo que está en el encierro concreto puede salir por unas horas. Meses antes empieza la gestión institucional para conseguir el permiso otorgado por el juez. Después se arma la comisión de seguridad que custodia el grupo hasta el lugar de destino y la vuelta en orden a la cárcel. Depende de la situación procesal de los internos, las medidas de seguridad son más o menos espectaculares en despliegue de personal, armas y vestuario. Quizá por eso el espanto y los gritos de la señora que creyó que hubo un robo cuando salió Omar esposado del museo.
Entonces, ¿es necesario o innecesario que salgan? ¿Para quién es innecesario? ¿El arte no necesita estas salidas? ¿“Quién” es el arte? ¿Es horrible para nosotros ver cómo salen (porque de ese modo vemos algo de cómo es estar preso)? ¿Es horrible que esto pase en una muestra de arte? O ¿es horrible que esto pase?
Perplejas, invitamos a seguir este intercambio.
Fechas actividades
Jueves 30 de junio
18 h. Proyección de video seleccionado para participarl del Salón Nacional de Rosario 2015. Lecturas y conversación con miembros de Foto Crazy y familiares
Viernes 15 de julio
18 h. Video tutoriales Foto Crazy. Presentación de Sr. Woman en "Lady ray van ring"