Convocatoria abierta para estudiantes de la Escuela de Bellas Artes

Dirigido a alumnos de 4° y 5° año

Castagnino+macro
Castagnino+macro

El Museo Castagnino + Macro abre la convocatoria para cubrir tareas de extensión cultural ad honorem en el departamento Educativo de las dos sedes. Este llamado está dirigido a alumnos de 4° y 5° año de la Licenciatura y Profesorado en Bellas Artes, de la Facultad de Humanidades y Artes de la UNR.

Los estudiantes podrán asumir un lugar protagónico en el área de Educación, donde tendrán la posibilidad de visualizar, desarrollar y repensar metodologías y estrategias de acercamiento entre arte, museo y el público. Para ello, la institución les brindará el material y la capacitación necesarios para desarrollar el conocimiento tanto de las obras de la colección como de aquellas que, si bien no forman parte de ésta, son expuestas; de los procesos creativos y los contextos –tanto en los que fueron creadas las obras, como en los que se inscriben actualmente–; de los criterios curatoriales; de los conceptos y técnicas usados en el montaje, en el diseño de exposiciones y en la comunicación de las actividades del museo; podrán también estar en contacto directo con determinadas personalidades del campo artístico (artistas, curadores, críticos, etc.) que eventualmente se encuentren desarrollando actividades en la institución. Esto brindaría el acceso al conocimiento no sólo de un área en particular, sino también, del funcionamiento general del museo, es decir de su proyecto institucional, sus mecanismos y estrategias. Al finalizar la actividad se entregarán certificados oficiales que acreditarán la práctica, y también libros y catálogos de las ediciones Castagnino + Macro.


Las tareas a desempeñar son:

-Colaboración en recorridos guiados para público general y escuelas.

-Asistencia en talleres para niños, adolescentes y adultos.

-Tareas de investigación vinculadas a la colección del museo.

-Participación en actividades abiertas a la comunidad

-Participación en actividades especiales como Día Internacional de los Museos, Noche de Museos Abiertos, inauguraciones, entre otras.

La actividad de extensión cultural tendrá una duración de 8 meses a partir del 1° de abril hasta el 30 de noviembre del 2019 con una carga horaria de 8 horas semanales.

Documentación requerida (Presentar en Secretaría EBA):

-Historia académica 
-DNI
-Currículum actualizado

 

La inscripción se recibe vía mail a escueladebellasartesunr@gmail.com a partir del 1° hasta el 25 de marzo

 


Área Educativa Museo Castagnino + Macro


¿Quiénes somos?

Mediación educativa

Los museos han sobrellevado una reconceptualización de su propia configuración, de sus estructuras de funcionamiento y del sentido de su trabajo, de su labor de cara al público, un público muy diverso, que lleva a estas instituciones a plantearse en su aspecto educativo, como dar respuesta a cuestiones como el aprendizaje social, la cultura y la comprensión y aceptación de la diversidad en la producción artística.

Podemos decir que el museo ya no es necesariamente un lugar cerrado, sino un concepto que contiene en sí mismo varias condiciones esenciales: albergar obra, objetos, documentos, ocuparse de ello, difundirla y valorarla y acercarlas a la ciudadanía. Además, crear un espacio de disfrute donde todos nos sentimos parte.

La tarea pedagógica del museo es tan importante que esto nos lleva inevitablemente a plantearnos dos cuestiones consecutivas. Primero, qué significa educar para un museo y, posteriormente cómo puedo hacerlo.

El museo es un espacio para el encuentro con los objetos mismos, es la institución que los alberga, los cuida, los exhibe, los legitima como obras de arte. La visita escolar al museo es una oportunidad para que los niños/as, y jóvenes pongan en juego múltiples mecanismos para dotar de sentido lo que observan.

Graciela Augustowsky en su libro, El arte en la enseñanza, se refiere a las experiencias estéticas que se propician en un museo como habilitadoras de “construcción de significados propios que nos permiten repensarnos individual y colectivamente a través de las obras de arte” (Augustowsky, 2012, pag. 105).

Subjetividad, Identidad e Inclusión son palabras claves para el desarrollo de nuestros programas pedagógicos.

Subjetividad: singularidad de experiencias.

Identidad: ¿Quién soy? ¿Quién soy frente a los demás? Somos en razón de nuestra historia, nuestras prácticas y el significado colectivo que estas adquieren.

Inclusión: posibilitar experiencias estéticas desde temprana edad.

Y para lograrlo, existe en este territorio:

Una apuesta al mundo poético por la selección y la combinación, por las operaciones creativas (la secuencia, la parte del todo, la sustitución, el desplazamiento, no separadas del análisis, la fundamentación, la deducción y la síntesis, entre otras).

Elegimos algunas piezas de la curaduría para trabajar, pero que a su vez dialogan con otras cercanas o lejanas que el niño o adulto elige detenerse según su propia subjetividad mientras va transitando las salas.

El juego como aprendizaje del movimiento interno de los procesos creativos.

La integración de múltiples lenguajes como recarga simbólica. Los lenguajes, medios, diseños y soportes son la forma en que la cultura nos hace seres humanos imaginantes, proyectuales, memoriosos, afectivos, solidarios, únicos.

El cuerpo es un lenguaje y es a su vez el dispositivo de cruce y acción de todos los lenguajes.

La materialidad como medio para la creación.

La propuesta rodante, mobiliario con características rodantes. La idea es que el mismo pueda desplazarse. Así se logran integrar y a la vez resignificar los distintos espacios interiores y exteriores del edificio: que en el museo se circule, pero que también se salga a la explanada; construidos por madera de Kiri, laurel, pino Paraná, loro blanco, araucaria. Muebles dispositivos que resulten disparadores poéticos y esto posibilita que los visitantes puedan construir otras historias.

El Programa de Pensamiento Visual (PPV) como herramientas de lecturas de obras.

El encuentro como viaje pedagógico donde las personas se involucran en variadas estéticas creando multiplicidad de relaciones, construyendo subjetividades y estableciendo criterios de igualdad e inclusión social. Son paisajes de ciudadanía, una manera de poner en escena la utopía de vivir.

 

Transitar el museo

Tradicionalmente cuando uno visita un museo participa de los recorridos denominados “visitas guiadas” concibiendo la pieza de arte como una representación visual que contiene un mensaje a interpretar y decodificar.

Nosotros preferimos pensar en recorridos donde actuamos como mediadores entre el público y lo exhibido. Donde la exposición es un medio de comunicación, contenedora de diversos puntos de vista, aunque repetidamente, se impone un discurso, las exposiciones son repetidamente reinterpretadas y resignificadas por los receptores, desde los sentidos y lo experiencial en una dinámica dialógica, alejada de una relación contemplativa y pasiva con el arte.

Nuestro proyecto metodólogico museológico está anclado en los presupuestos de la Metodología Crítica, ha sido viable a través de la implementación de la Mediación Educativa Crítica como recurso indispensable.

La experiencia estética del encuentro con la obra de arte nos permite romper con los esquemas tradicionales de interacción con el arte; quebrar los estereotipos del visitante pasivo, sustituyéndolo por el de receptor activo.

Seleccionar, analizar, interpretar, construir, fundamentar, dialogar, debatir, tener una oportunidad para reflexionar, teniendo en cuenta al arte como un sistema cultural y a la obra como portadora de pluralidad de significados, un lugar donde no existe la exclusividad de la interpretación. Construyendo entre todos distintas lecturas, distintos relatos culturales, que nos invitan a ser críticos y reflexivos, y poder construir significados en relación con las obras.

Por otro lado, la obra de arte puede ser vista también como la “materialización de una experiencia” (Augustowsky, 2012, pag. 110); el arte como un acontecimiento capaz de generar experiencias, coincidiendo con John Dewey, hecho que se relaciona con una experiencia con el cuerpo, con el espacio, con lo cotidiano, con la actividad, con la creación. La experiencia es catalizadora del acto de comprensión donde la obra toma sentido solo si se conecta con el espectador.

Estas dos miradas hacen que para nosotros el espectador se convierta en el eje central de la acción mediadora del museo y los desempeños de la comprensión no se producen solo a nivel analítico-cognoscitivo sino a un nivel emotivo-estético.