Colección Castagnino+macro

El tema del payé comienza en época de su actividad en el Grupo Litoral. El lenguaje de este período se define por la influencia del constructivismo -especialmente por las ideas de Joaquín Torres García expuestas en Universalismo Constructivo, publicado en 1944-, los asuntos litoralenses -personajes, mitos, leyendas y supersticiones populares- y una técnica personal y novedosa: el cromo al yeso.

El término payé caracteriza ancestralmente en las culturas americanas al individuo que posee una capacidad innata e intransferible de curar males -ya sea a través de la utilización de una medicina primaria o de rituales mágico-religiosos-, a predecir el futuro, a comunicarse con espíritus, transformarse en ciertos animales o actuar como dios protector. También recibe este nombre el amuleto que éste entrega en el marco del ritual de su actuación, que según Roger Pla “asume las formas de un muñeco diabólico, cuya estructura recuerda ciertas representaciones totémicas […]”[1]. Gambartes invoca el tema en todos los sentidos, emplea el término rememorando la práctica mágica que perduraba aún en la región litoraleña y crea figuras abstractas logradas a través de síntesis formales, en las que los “planos se configuran mediante estratos o zonas que al parecer se articulan y expanden desde un centro. A través de un esquema que otorga reversibilidad a la relación del interior y exterior, donde lo hueco se torna lleno y la estructura ahonda en reiteraciones de desdoblamiento y redoblamiento […][2]. Payé de amor, realizado con tinta a la pluma es parte de la serie que Gambartes comenzara en 1951 y que es protagonista de la etapa iniciada en la década del 50, en la que fueron proclamados los objetivos del Grupo Litoral: la voluntad de experimentación de un nuevo lenguaje y la búsqueda del origen en un sentido universal.   

Bibliografía:

AAVV, Gambartes, Buenos Aires: Fundación Gordon para el Desarrollo de las Artes, 1992.

RAVERA, R.M., Gambartes, Buenos Aires: Centro Editor de América Latina, 1980.

PAYRÓ, JULIO, Gambartes, Rosario: Ediciones Ellena, 1960

MUJICA LÁINEZ, M; PLA, R; CÓRDOVA ITURBURU, Gambartes, Buenos Aires: Galería Bonino, 1954.

SLULLITEL, I. Cronología del arte en Rosario, Rosario: Editorial Biblioteca, 1968.

SENDRA, R. Rosario, ciudad y artes plásticas, Rosario: UNR, 1990.

TAVERNA IRIGOYEN, JORGE, “El aporte creativo del interior”, en AAVV, Historia Crítica del Arte Argentino, Buenos Aires: Ediciones TELECOM, 1995.

AAVV, Gambartes: mito, magia, misterio, Rosario: Secretaría de Cultura y Educación Municipalidad de Rosario, 2003.

 

María de la Paz López Carvajal

[1]en GIUNTA, ANDREA, “Cronología” , en AAVV, Gambartes, Buenos Aires: Fundación Gordon para el Desarrollo de las Artes, 1992, p. 148.

 

[2]RAVERA, ROSA MARÍA, “Gambartes: America profunda, modernidad y mito” en AAVV, Gambartes: mito, magia, misterio, Rosario Secretaría de Cultura y Educación Municipalidad de Rosario, , 2003, p.19.

 




Gambartes, Leónidas

Rosario, 1909
Rosario, 1963

En 1927 ingresó al Ministerio de Obras Públicas, donde trabajó toda su vida.

Su temprano interés por la fotografía lo llevó a capturar aspectos de la realidad circundante. Barrios suburbanos, paisajes del litoral y habitantes de las riberas fueron algunas del las temáticas que retomó en su obra pictórica posterior. Hasta fines de los años 30 realizó acuarelas naturalistas, tomando el entorno de Rosario como referente.
En 1932, el artista participó como miembro fundador del grupo Refugio, para el cual diseñó su emblema. Dos años más tarde, formó parte de la fundación de la Mutualidad Popular de Estudiantes y Artistas Plásticos, junto con Antonio Berni, Domingo Garrone y Arturo Roger Pla, entre otros plásticos rosarinos. En esos años, Gambartes descubrió a artistas como Paul Cézanne, Vincent Van Gogh, Paul Gauguin y Pablo Picasso.

Luego de esa experiencia, entre 1937 y 1941 llevó a cabo unas témperas llamadas Cartones humorísticos, con cierta referencia surrealista.

En 1942 realizó su primera muestra individual en AAR, y en la Galería Müller de Buenos Aires.

Durante el período 1942-1945 realizó Dibujos oníricos. Más tarde exploró distintas técnicas y temáticas. Se alejó del plano descriptivo para organizar las figuras en el plano ortogonal y geométrico, apoyadas en la sección áurea. De ese período, son las barriadas y los personajes mágicos.

En la década del 50, Gambartes cofundó el Grupo Litoral junto con Juan Grela, Carlos Uriarte, Oscar Herrero Miranda, Francisco García Carrera y Hugo Ottmann, entre otros.

La agrupación, que alcanzó reconocimiento nacional y convocó a un público indiferente hasta el momento, planteó un compromiso con el hombre actual y sus nuevas realidades, a partir de las vivencias del lugar. Sus integrantes se opusieron a las formulas académicas coartadoras de la libertad creadora, abogando por el uso de nuevos lenguajes. Si bien cada uno adoptó un estilo propio, el compromiso con los orígenes se plasmó en las imágenes de los paisajes del Litoral y la vida de sus habitantes.

Por entonces, el artista revivió mitos, leyendas y supersticiones aborígenes de la zona litoraleña.
Tanto los temas como la implementación de una nueva y personal técnica -el cromo al yeso- definieron su estética y perfilaron el sentido americanista de su producción.

Para realizar sus obras, el autor preparó cartones con cola y yeso, cuyas superficies lijó una vez secas. De ese modo, obtuvo una plano mate y absorbente, donde las pinceladas superpuestas de óleos o acuarelas permitieron sutiles veladuras. En ocasiones, sobre la pintura fresca superpuso papeles para lograr texturas. Además, el rayado y el punteado de la superficie posibilitaron que el fondo emerja sobre el color ya colocado.

Esa técnica se convirtió en el lenguaje definitivo de Gambartes que, gracias a su calidad mineral, expresó el color de la tierra con cierta evocación arcaica. La predominancia de pigmentos ocres y azules otorgó un matiz característico a su producción.

Maternidad en gris responde a los lineamientos propuestos por el Grupo Litoral, quedando inmersa en dicho contexto.

En esta obra de factura despojada es factible vislumbrar el interés por un determinado tipo social. Asimismo, constituye un ejemplo contundente del ámbito que el autor decidió explorar en aquel entonces: el mundo femenino pero cotidiano, en el cual habitan lavanderas, hechadoras de naipes y conjurantes. En este caso, Gambartes apeló a la mujer en su rol de madre.

Personajes también responde claramente a la mencionada etapa. Con una paleta de tintes quebrados y terrosos, el artista supo captar el contexto en el que se hallan inscriptas las figuras de la representación, aludiendo a determinadas poblaciones lugareñas.

Esta relevante figura dentro del campo artístico local expuso sus obras individual y grupalmente, en Rosario, Santa Fe y Buenos Aires. Con el paso del tiempo, su producción también se mostró en distintas ciudades de Europa y Estados Unidos.

Participó en las bienales de Venecia y de San Pablo. Entre sus distinciones, cabe destacar: Medalla de Plata, Bienal de Venecia 1956, Primer Premio, Salón del Litoral 1957 y, Medalla de Plata, Exposición Internacional de Bruselas 1958. Importantes colecciones oficiales y privadas poseen obra suya.




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