Herrero Miranda, Oscar
Cañada de Gómez, 1918
Rosario, 1968
Se radicó en Rosario en 1928.
Fue autodidacta. Expuso obras suyas desde 1935; en 1940 participó en la Agrupación Refugio como ayudante del taller infantil. En 1942 integró la Agrupación de Plásticos Independientes junto a ex -integrantes de la Mutualidad de Estudiantes y Artistas Plásticos de Rosario y a Nicolás Antonio de San Luis, entre otros. En 1950 fue miembro fundador del Grupo Litoral, junto a Grela, Gambartes, Ottman, Pedrotti, Uriarte, entre otros. En 1954 obtuvo un premio adquisición en Salón de Rosario por su obra “Las Pacheco”. En 1956 representó a la Argentina en la Bienal de Venecia y en 1957, en la de San Pablo. En los años 1960, 1963 y 1966 fue invitado al Premio Palanza. En 1969 se realizó una retrospectiva de su obra en el museo Castagnino.
Cabe destacar también su carrera como docente: dictó clases en la Escuela de Bellas Artes de la UNR y fue director de la Escuela Provincial de Artes Visuales desde 1962.
Fue un pintor inquieto, nómade, en permanente proceso de búsqueda, en cuya trayectoria es posible identificar diferentes momentos y heterogeneidad de propuestas.
Herrero nació como un pintor abstracto, de raíces geométricas. “En la década del 40, los pintores independientes por gestión de Antonio Berni expusieron en el local de la Sociedad Argentina de Artistas Plásticos con fines de integración sindical y allí el artista participó con “Sinfonía para una tierra de siena natural”, un óleo no figurativo que resultó excepcional para la producción de esos años” .
Desde 1949 desarrolla sus experiencias abstractas. En los 50 su pintura se caracteriza por la elaboración pictórica de las superficies y la tendencia a la abstracción.
De los años del grupo Litoral son Las Pacheco (1954) y María (1956). En la primera, las figuras “aparecen” de la oscuridad y del especial tratamiento que da a la superficie, en sintonía con los planteos de experimentación estética e identificación temática típicos del grupo; en la segunda, el volumen recuerda todavía la geometría en la construcción del volumen, con una paleta reducida a los tierras.
En 1958 inaugura un nuevo período, el del “arte otro”, con una pintura de materia densa, con relieves, que enriquece con materiales inertes y veladuras.
En un tercer período, aparecerán con intención irónica y humorística y gestos satíricos sus figuras, como El matador, fechado en 1965, que integra la colección del museo.
La serie de Totós, de plenitud cromática, resueltas con anaranjados encendidos, evoca carne y espíritu y conjuga frivolidad e ironía. Totó “ es un personaje femenino al que Herrero volcó lo mas decantado de sus sentimientos de ternura y sensualidad, pero con la impronta de una humorística carnalidad. Totó es físicamente voluminosa, se la ve tiernamente erótica y parece simple en su rotunda belleza” .
Alrededor de 1967 aparecen sus “collages”, consecuencia de su afán de experimentación. Presentan imágenes independientes unas de otras unidas alusivamente por un contexto de sentido simbólico. Según Jorge Rasia, la novedad de éstos “ no consiste solamente en que no se da el sostén de la anécdota como en los cuadros anteriores, o en la utilización de la enumeración caótica, recurso de la poesía frecuentemente utilizado por Borges para provocar un clima, sino en que las imágenes son tan directas, tan gráficas, tan presencialmente fácticas que ambiguamente reverberan entre lo simbólico y lo sígnico. Es decir, parecieran intentar la transmisión de un mensaje por vía semántica” . Imágenes fechada en 1967, inaugura la etapa de collages.
Mas tarde, sus pinturas metafísicas darán cuenta de la soledad del hombre: la figura humana se representa perdida en la infinitud, en una atmósfera misteriosa, en la que intenta una síntesis de toda su producción.
María de la Paz López Carvajal
Bibliografía:
Farina, Fernando “Oscar Herrero Miranda. La sabiduría de no imitarse”, en catálogo de exposición Muestra Homenaje Grupo Litoral. Pinturas, Rosario: Museo Castagnino, 1998
Rasia, Jorge “Herrero Miranda”, Rosario: Amigos del Arte, 1969.
Rasia, Jorge, “Oscar Herrero Miranda”, en Obras del Museo Castagnino, Buenos Aires, Ediciones Gaglianone, 1996.
Slullitel, I., Cronología del arte en Rosario, Rosario, Editorial Biblioteca, 1968.
Archivos del museo.