Cabeza de gaucho, fechada en Rosario en 1916, debe ponerse en relación con la serie de pinturas Los Gauchos que, gestada en ese mismo período, constituyó para el artista la búsqueda y desarrollo de una imaginería épica, símbolo del pasado y origen de la historia nacional. La serie fue expuesta en 1927 en Amigos del Arte y desde 1929 en Madrid, Londres, Paris, Nueva York y Washington, entre otras ciudades extranjeras, y hoy pertenece al acervo del Museo Nacional de Bellas Artes, luego que Quirós la donara en 1963. El artista utiliza trazos vigorosos realizados con tinta a la pluma para definir los rasgos del modelo -con mirada desafiante hacia el espectador- que acentúan la intención de expresión y lo dotan de una actitud que evoca bravura y coraje, que junto a la lealtad, la valentía y la hidalguía fueron las características típicas de la personalidad del gaucho instauradas por la literatura gauchesca argentina de fines de siglo XIX, especialmente por el Martin Fierro de José Hernández de 1872.
La fecha de la obra coincide con el contrato que le realizara a Quirós el Jockey Club de Rosario para la decoración de algunas salas de su edificio de la calle Maipú. Un artículo del diario La Nación de diciembre de 1916, destaca que
“…Nuestro corresponsal en el Rosario nos transmitió recientemente la noticia de que el Jockey Club había contratado con el pintor argentino D. Cesáreo B. de Quirós, por la suma de 50.000$ la decoración de algunas salas de su edificio. El trabajo que ha tomado a su cargo el Sr. Quirós, es la decoración de cinco techos del piso principal correspondiente a la biblioteca, comedor, gran comedor, sala de fiestas y salón de señoras. Se propone el pintor desarrollar en el plafón de la biblioteca una alegoría alusiva al lugar. En las cuatro restantes pintará escenas versallescas del más puro estilo Luis XIV. […] El Jockey Club de Rosario ha merecido justas aprobaciones por haber dado la preferencia a un pintor argentino para encargarle el trabajo mencionado..." (1)
Es posible arriesgar que Quirós haya realizado Cabeza de gaucho para Nicolás Amuchástegui - miembro del Jockey Club, integrante y fundador de la Comisión Municipal de Bellas Artes y activo participante de la vida cultural de la ciudad- durante alguna visita realizada a Rosario por estas circunstancias. De 1916 también es Retrato del Poeta Emilio Ortiz Grognet, óleo que hoy integra la colección del Museo Castagnino y que fuera donado en 1937 por la familia del retratado. La relación con el medio artístico local continuó con la invitación que la Comisión le efectuara para intervenir en la primera edición del Salón de Otoño en 1917 y el envío de tres de sus óleos al II Salón de Otoño -sin concurrencia a premio-, gestos de un vínculo cuyo mayor reconocimiento fue el Gran Premio en el Salón de Rosario de 1937.
(1) “La decoración del Jockey Club de Rosario”, La Nación, Buenos Aires, 21 de diciembre de 1916. Agradezco este dato a la investigadora Maria Spinelli.
María de la Paz López Carvajal
Bibliografía
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BRUGHETTI, ROMUALDO, Nueva historia de la pintura y la escultura en la Argentina, Buenos Aires: Gaglianone, 1991
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CÓRDOVA ITURBURU, CAYETANO, 150 años de pintura argentina, Buenos Aires: Librería La Ciudad, 1981.
KARTOFEL, GRACIELA, Quirós, Serie Pintores Argentinos del Siglo XX, Buenos Aires: Centro Editor de América Latina, 1980.
PAGANO, JOSÉ L, El arte de los argentinos, Buenos Aires: Editorial del Autor, 1988.
Catálogo del I Salón de Otoño, Comisión Municipal de Bellas Artes, Rosario, 1917.
Catálogo del II Salón de Otoño, Comisión Municipal de Bellas Artes, Rosario, 1918.
De Quirós, Cesáreo Bernaldo (Bernaldo de Quirós, Cesáreo)
Gualeguay, provincia de Entre Ríos, 1881
Buenos Aires, 1968
Cesáreo Bernardo de Quirós viajó desde Entre Ríos a Buenos Aires en 1895 para estudiar dibujo junto a Vicente Nicolau Cotanda. Luego continuó su formación en la Sociedad Estímulo de Bellas Artes junto a Reinaldo Giúdici y Angel Della Valle, dedicándose especialmente a pintar escenas relacionadas con el campo, recuerdos de su niñez y adolescencia. Obtuvo el premio Roma, que le permitió viajar y continuar sus estudios en Europa. En 1906 integró el grupo Nexus junto a Fernando Fader, Pío Collivadino, Carlos Ripamonte, Alberto Rossi y Justo Lynch, con el objetivo de fundar un arte genuinamente nacional y rescatar los temas de paisajes, tipos y costumbres del interior del país. En 1910, fue invitado a la Exposición Internacional del Centenario, en la cual se le dedicó una sala y obtuvo el Gran Premio y la Medalla de Oro. En 1937 obtuvo el Gran Premio y medalla de oro en el Salón de Rosario, el primer premio en el XXVII Salón Anual de Santa Fe (1950), el Gran Premio de Honor en la Primera Bienal Hispanoamericana de Madrid (1951). En 1952 fue invitado a exponer en la Bienal de Venecia y en 1953 fue invitado de honor al Salón Nacional. Fue presidente de la Academia Nacional de Bellas Artes.
Su obra fue influenciada por las corrientes realistas italiana y española de fines de siglo XIX. Al regresar de una de sus estadías europeas, entre 1915 y 1927 se recluyó a pintar en la estancia de su amigo Sáenz Valiente en Entre Ríos, su provincia natal. Allí elaboró pinturas con el tema del campo, el gaucho y las montoneras, de intenso carácter expresivo y folclórico, en sintonía con su vocación ideológica nacionalista. Con un lenguaje naturalista y evocando el realismo español de Ignacio de Zuloaga, con quien había estrechado amistad durante su estadía en España, ahondó en la valoración del “alma nativa” en composiciones grandilocuentes.