Omar Schiliro entiende a la producción artística en términos de sensualidad. Sobre la concepción del arte y su forma de trabajar señala: “El mensaje es medio psicobolche, en cambio el del artista no, es estética pura, belleza. (...) Trabajo con la belleza interna, que es lo que sale de adentro hacia fuera. O sea, que lo que parece superficial y de plástico, es algo interior, aunque parezca frívolo y superficial. Trabajo desde cosas que me pasan a mí y a mí con la gente, y lo acentúo con la belleza. Y quiero que se lea con placer, con gusto, con belleza. Lo que todos conocemos, es un código general que marca la belleza. Lo quiero transmitir bien, con un bucle”. (1)
Salud es una escultura realizada en 1993. Forma parte del tríptico “Salud, dinero y amor”, que construye con elementos de plástico, cristales facetados y accesorios que funcionan como adornos, de gran vinculación con los modelos predominantes de la época. Es un trabajo que se enmarca dentro de esta estética de la sensualidad, signada por la ironía que engarza el título de la obra.
(1)Omar Schiliro en: Curti, Silvana, “Jorge Gumier Maier y Omar Schiliro”, reportaje, Buenos Aires, Espacio del Arte, año 1, n° 2, 1993, p.19.
Schiliro, Omar
Buenos Aires, 1962
Buenos Aires, 1994
Omar Schiliro pertenece a aquella generación de artistas que, en los 90, convierte al Centro Cultural Ricardo Rojas y al ICI (Instituto de Cooperación Iberoamericana), en los espacios referenciales de una estética que, en el marco de los desarrollos de la cultura underground, del auge de los mass media, de la revalorización del comic, del travestismo y de la cursilería, se opone a las grandes tradiciones artísticas, las dimensiones subjetivas y a los discursos salvadores. (1)
Schiliro y otros autores que comienzan a exponer su producción en las primeras colectivas del Rojas, apoyan su mirada en cierta vertiente de lo presuntuoso: la popular y espontánea. Con sus producciones ellos advierten sobre otra realidad de la cursilería: la del establishment, la del arte insincero guiado por las búsquedas meramente decorativas o por la tendencia a exhibir un estatus determinado
Bajo estos parámetros produce sus esculturas exóticas, con las que realiza su primera muestra individual en el ICI. Las construye con objetos burdos, muchos de ellos, baratos artículos de venta masiva adquiridos en algún bazar, que transforma en elementos lujosos de carácter decadente y kitsch, para delatar la frustrada ilusión de la opulencia e ironizar sobre el gusto vulgar del pequeño burgués.
Las obras de Schiliro formaron parte de muestras colectivas realizadas en Buenos Aires, entre las que se hallan: “La Conquista. 500 años. 40 artistas”, Centro Cultural Recoleta (1991); “El Rojas presenta: algunos artistas”, Centro Cultural Recoleta (1992); “Gumier Maier, Laren, Londaibere, Schiliro”, Espacio Giesso (1992); “Ilusiones de artista”, Centro Cultural Recoleta (1993); “Del borde”, Fundación Banco Patricios (1993); “90-60-90”, Fundación Banco Patricios (1994); “Crimen y ornamento”, Centro Cultural Rojas (1994); “1999. Fin de siglo”, Fundación Banco Patricios (1995); “El Tao del arte”, Centro Cultural Recoleta (1997); “Ultimas tendencias”, MAMBA (2002); Stand Fondo Nacional de las Artes, Arte BA 2003. También estuvieron en la muestra “The rational twist”, realizada en Apex art, Nueva York, 1996.
(1)López Anaya, Jorge, Ritos de fin de siglo, Buenos Aires, Emecé Editores, 2003, p. 210.
