El proyecto presentado por Mariana Telleria Cuando juntos nos queda lejos obtuvo el Segundo Premio Adquisición en el LXV Salón Nacional de Rosario de 2011. Se trata de dos imponentes estructuras lumínicas de hierro soldado suspendidas desde el techo. Una con forma de barco construida con caireles de cristal y lámparas incandescentes. La otra se asemeja a un monstruo/pulpo con chapitas de gaseosa y lámparas de bajo consumo. Ambas, por asociación, protagonizan la historia de un supuesto conflicto de intereses propuesto en el título de la obra. Las formas emiten reflejos y brillos que hacen que su presencia en el espacio sea ineludible.
Desde su incorporación a la colección Castagnino+Macro la obra integró importantes exposiciones, entre ellas: “Gendankenexperiment [exprimento mental]”, curada por Leandro Comba y Carlos Stia, 2016; “70° Aniversario de la Facultad de Humanidades y Artes”, curada por María Laura Carrascal, 2017; “El fin del mundo comenzó en 2001. Exageración poética o determinismo histórico”, curada por Clarisa Appendino y Carlos Herrera en el marco de la muestra “Arte Argentino. 100 años de la colección Castagnino + Macro”, en 2018; “Indisciplinados. Salones en el Museo Castagnino + Macro”, curaduría del equipo Castagnino+Macro, 2019-2020.
Diciembre 2020
Diciembre 2020
Telleria, Mariana
Rufino, provincia de Santa Fe, 1979
Vive y trabaja en Rosario, provincia de Santa Fe
Mariana Telleria cursó materias en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Rosario, ciudad en la que vive desde 1998 y de cuya escena artística ha participado activamente. En el transcurso de su formación como artista no frecuentó talleres ni clínicas de arte.
Desde el inicio, los intercambios de ideas y experiencias estéticas con amigos y otros artistas han sido fundamentales en los procesos de producción. Así conoció a Adrián Villar Rojas, quien desde entonces es considerado su compañero artístico, con quien conformó en 2003 la dupla “Mariana y Adrián” que dio nombre a la exposición inaugural del proyecto Zona Emergente , desarrollado en el Museo Castagnino. En tal ocasión presentó una instalación que cuestionaba los modos convencionales de la representación visual. Ese mismo año fue nominada para integrar el LVII Salón Nacional de Rosario junto a otros 36 artistas que, en su mayoría, representaban a las generaciones jóvenes de Rosario y de otras regiones del país.
En el trabajo artístico de Telleria la interrogación es una condición esencial. Podría considerarse un estado de inquietud, inestabilidad y potencia que emerge de la mediación reflexiva y sensible que la autora mantiene con los objetos o acontecimientos habituales para desarticularlos. En este sentido sus obras son concebidas como proyectos donde la idea se manifiesta hallando diferentes objetos, formatos, acciones, escalas, contextos, diálogos y lecturas.
Conforme con estos parámetros, ha reunido a lo largos de los años una diversa y significativa producción visual. Entre ella cabe mencionar Último lugar, instalación realizada en 2007 en el cantero de la explanada del museo Macro. Allí colocó un auto chocado junto con un grupo de gatos de cerámica y plantas artificiales. La escena, a escala real, dispuesta en el espacio público interpelaba tanto a los paseantes ocasionales como a aquellos otros menos desprevenidos. Asimismo cabe señalar que fue la primera artista elegida por concurso público para representar a Argentina en la 58° edición de la Bienal de Venecia, 2019. En aquel momento presentó El nombre de un país, curada por Florencia Battiti.
Ha obtenido distinciones y premios en diversas oportunidades. Su obra ha formado parte de numerosas exposiciones colectivas e individuales, tanto en el país como en el extranjero.
Julio 2021