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Malinverno, Atilio

Buenos Aires, 1890
Buenos Aires, 1936

Malinverno se formó en la Sociedad Estímulo de Bellas Artes junto a Reinaldo Giudice y Eduardo Sívori. Participó en 1910 de la Exposición del Centenario y luego realizó un viaje de estudios recorriendo Chile, Bolivia y Uruguay en busca de motivos para sus composiciones. Participó del Salón Nacional, obteniendo el premio Estímulo en 1927 y de salones en el interior del país destacándose su actuación en el Salón de Otoño de Rosario. Realizó numerosas exposiciones individuales y colectivas, entre las que se destaca Un siglo de arte en la Argentina, de 1936. La galería Muller organizó en Buenos Aires una exposición póstuma en 1937.

Su producción se relaciona con la de la generación de pintores paisajistas de tema argentino que durante las décadas del 20 y 30 gozaron de gran aceptación del público y del sector oficial de la crítica especializada. En ésta época dedicó Eucaliptus al Dr. Nicolás Amuchástegui, miembro fundador de la Comisión Municipal de Bellas Artes, mientras mantenía una importante presencia en el medio artístico de la ciudad de Rosario. Participante del Salón de Otoño desde su primera edición en 1917, sus obras también fueron exhibidas en exposiciones individuales, como las del Salón Castellani de abril de 1919 y de octubre de 1921 y la de Witcomb de junio de 1930, en la que la Comisión adquirió la tela El lago de los cisnes negros para el Museo Municipal de Bellas Artes. Un año antes, Rubén Vila Ortiz había donado a esta institución el óleo Un recodo en el camino.

Si bien Malinverno consagró su obra a la pintura de paisajes, fueron las arboledas su primera inspiración en telas y dibujos de los alrededores de Buenos Aires, los bosques de Palermo, la costa del río de la Plata y las sierras de Tandil y Córdoba. Con una técnica derivada de una personal interpretación del impresionismo y de la pintura de los macchiaioli italianos, describe su percepción de la luz y los efectos atmosféricos con una  pincelada de estilo ligero y abundantes matices de color, pero es el dibujo el que enfatiza las formas y le otorga solidez a las composiciones.

En el prólogo del catálogo de la exposición realizada en Witcomb de Rosario en 1930, Emilio Pettoruti llama a nuestro artista “el pintor de los eucaliptos”[1] y destaca “su progreso conceptivo”[2] y la “superación y alejamiento del decorativismo fácil que lo acechaba”[3]. Un conjunto de eucaliptos, árbol que ha sido considerado de raigambre tan criolla como el ombú, es el tema del dibujo que nos ocupa y que integraba el álbum de Amuchástegui. Realizado con tinta a la pluma con un trazo rápido y abocetado, Malinverno interpreta el  bloque compacto que forma su vegetación, uno de sus motivos preferidos a fines de los años 20 y principios de los 30 que le ha permitido cumplir con su voluntad constructiva en pinturas y dibujos de ese período.

 

María de la Paz López Carvajal

 

Bibliografía

SQUIRRU, RAFAEL “Atilio Malinverno: un constructivo que amaba la luz”, p. 186,187 en SQUIRRU,R, GUTIERREZ ZALDIVAR, 40 maestros del arte de los argentinos, Buenos Aires: Zurbarán Ediciones, 1990.

MERLINO, ADRIÁN Diccionario de Artistas Plásticos de la Argentina, Buenos Aires, 1954, p. 228.

PETTORUTI, EMILIO, “Atilio Malinverno” en Catálogo de exposición Malinverno, Rosario: Galería Witcomb,  junio de 1930.

 

[1] PETTORUTI, EMILIO, 1930.

[2] Ibidem.

[3] Ibidem.

 




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