Colección Castagnino+macro

Fue una figura clave para el arte argentino en la década del noventa. Desarrolló un importante corpus de obra y como curador a cargo de la galería del Rojas -del Centro Cultural Ricardo Rojas de la Universidad de Buenos Aires-, desarrolló un programa de exhibiciones que visibilizó las producciones artísticas de jóvenes creadores que forjaban una estética personal supeditada al “gusto” y la “sensibilidad”, como así también, a la manipulación de otras materialidades pertenecientes al ámbito doméstico, al consumo cotidiano, el diseño, la arquitectura urbana y la decoración.

Las obras Sin título de la colección Castagnino+macro, aunque realizadas en distintas décadas, son piezas referenciales de aquella estética que caracterizó estas producciones artísticas de los noventa. En ambas, el artista, incorporó colores, tramas, formas y ornamentaciones de la arquitectura moderna y la decoración de interiores, con intención de generar un regodeo puramente visual. Desde su perspectiva, la añoranza hacia su infancia y ésta referencia a lo cotidiano en las formas concede a la expresión artística la capacidad de instalarse como elemento de mediación dentro de la cultura.

En ellas también se pone de manifiesto otro aspecto constitutivo de la producción del autor, formalizado en la adaptación de conceptos esgrimidos por el arte concreto de los cuarenta, la figuración geométrica y el “marco recortado”. Aquí la apropiación selectiva propuesta por el autor solo se restringe al aspecto sensible de la geometría en tanto su interés no radicó en actualizar ni retomar ningún movimiento artístico.




Gumier Maier, Jorge

Buenos Aires, 1953
Buenos Aires, 2021

Autodidacta, desarrolló su actividad en los ochenta como artista, periodista y militante del GAG (Grupo de Acción Gay). Por entonces mantuvo vínculos con el movimiento underground porteño.

En los noventa fue nombrado coordinador del Departamento de Artes Plásticas del Centro Cultural Ricardo Rojas y, desde 1989 a 1996, tuvo a su cargo la curaduría de la galería del Rojas. Un espacio de exhibición que, en poco tiempo, supo instalarse como la expresión de un movimiento cultural emblemático y complejo en la historia del arte argentino de los noventa.

Entre muchas otras exposiciones curó, en 1994, “Frenesí”, una retrospectiva de la obra de Liliana Maresca, en el Centro Cultural Recoleta de Buenos Aires; y en 2003, “Pereira-Vecino” en el MALBA (Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires).

Ese mismo año dirigió nuevamente la galería del Rojas. Con posterioridad dictó seminarios y clínicas de obras en universidades del país. No obstante, por cuestiones personales, decidió tomar distancia de la producción artística y el campo del arte, por un periodo de casi siete años.

Participó en numerosas exposiciones individuales y colectivas. Entre las distinciones recibidas, obtuvo el Premio Konex 2002, diploma al mérito (Objetos) en Artes Visuales.




Otras obras