Esta obra de Schulman fue gestada específicamente para “La larva y el pantano” (2022). Primera exposición de “Desafíos”. Ciclo de jóvenes curadores, organizado por la Fundación Andreani de Buenos Aires, en la que esta artista participó junto a otra autora por invitación de la curadora e historiadora Mercedes Claus.
Tanto las particularidades arquitectónicas como la historia del edificio de dicha entidad, ubicado en el barrio de La Boca y remodelado por Clorindo Testa, oficiaron como premisa en aquella primera edición. En este sentido, el espacio físico —que Schulman conoció a través de los ojos de otros por no encontrarse en el país— se convirtió tanto en continente como en contenido de su obra. En ese lugar no solo se mostró su propuesta —resuelta en formato audiovisual— sino que además la ficción planteada en el video transcurre en ese mismo espacio expositivo pero en otro tiempo.
En el film, la autora continúa trabajando la saga de una artista que intenta realizar una obra pero que tiene pocas ideas para ello. En ese marco, se desarrolla la trama donde el personaje principal (la propia Schulman) relata sus sueños y ansiedades, lanzándose en búsqueda de inspiración. Como si se tratase de un escenario de videojuego, la artista recorre el sitio de exposición que puede percibirse como un organismo vivo, debido al tratamiento digital. Mediante el uso de técnicas y programas como la animación 2D y 3D se mixturan fragmentos extraídos de la realidad y otros creados por computadora, configurando la imagen de la protagonista y de los personajes (amigos colaboradores), dando como resultado un collage de imágenes intencionalmente mal encastradas, de baja fidelidad.
Gusanos, babosas y lombrices parlantes junto a objetos vivificados, agujeros y viscosidades se cruzan en el derrotero de Schulman y así también sus historias, creando una ficción delirante donde esos cuerpos perturbados y perturbadores —el lenguaje— mutan, se desarman y se reconstruyen. Las narrativas tensan el lenguaje hasta lo absurdo e incomprensible y, con el humor que caracteriza su obra, la autora se burla de los discursos sobre la masculinidad, la economía, lo escatológico.
Mayo 2024
Schulman, Liv
París, 1985
Vive y trabaja en Buenos Aires
Programas de televisión, acciones performáticas, audiovisuales, escritura novelesca son algunos de los modos de producción que vehiculizan el interés de la artista por el lenguaje en tanto sus usos y los diferentes discursos producidos en una sociedad. En sus diversas producciones, el lenguaje está representado por diversos personajes cuyos cuerpos mutan y se intercambian. De ese modo, se cruzan las historias, creando relaciones absurdas y disparatadas. Esas ficciones plasman paródicamente una visión paranoica del ámbito social, sustentada en la alienación de los cuerpos, la devaluación de las identidades y las complejidades del deseo de significado.
Si bien esta artista nació en París, creció y realizó su escolarización (pública) en Buenos Aires. La televisión por cable que llegaba al país en los primeros años de la década del 90 y la crisis argentina política, económica y social de 2001 significaron momentos clave en su vida personal y de alguna manera se hicieron eco en su producción.
Entre 2005 y 2010 estudió Bellas Artes en la Escuela Nacional Superior de Arte de Cergy de Francia. Realizó una Maestría en en Escritura de Arte. Universidad Goldsmiths de Londres, en 2010-2011 y en 2015 obtuvo su diplomatura Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de Lyon.
Obtuvo en 2013 beca de viaje Coleccicón Oxford y Beca para proyecto Grupal del Fondo Nacional de las Artes. Así surge el Flasherito, publicación sobre arte que co-fundó con Leo Estol y Andrés Aizicovich. Fue artista residente en San Javier, Museo de arte contemporáneo de Rosario, 2011; CIA (Centro de Investigaciones Artísticas), 2015; Hangar, Barcelona, 2018; Arte de Lagos, Ciudad de México, 2019; DaaD Artistas en programa de residencia, Berlina; Villa Medicis, Roma, 2022-2023; FIMINCO, Romainville, 2023-2024.
Entre otras distinciones, recibió XX Premio, Fundación Ricard y Premio Planta, Santiago de Chile, 2018; Premio Bienal de Arte Joven, 2017.
Su obra integra colecciones públicas y privadas del país y el exterior. Ha sido expuesta en Argentina, Chile, México, Estados Unidos, Inglaterra, Italia, España, Francia, Suiza, Dinamarca, Suecia, Austria.
