Colección Castagnino+macro

El combatiente E.C.1070.03, pertenece a una serie de fotografías de militares que el autor toma a fines de los 90 como reflejo de su interés por retrato y el poder institucional.

Una de las características comunes a los retratos es la existencia previa de una relación de complicidad entre dos sujetos: el que retrata y el que es retratado. A través de ella, la imagen fotográficae constituye la manifestación de una apropiación de cierto rasgo de la subjetividad de un individuo. De alguna manera, al abordar esta forma de producción, tomando como referencia a la figura impecable de un joven militar, Grosman subvierte, de manera enigmática, la relación histórica que, como sociedad e individuos, mantenemos con la clase militar argentina.

En este sentido, esta serie de fotos “muestran algo de ese mundo secreto, jerárquico, sectario, de estructura piramidal y paranoica –prepararse, organizarse y obedecer para fines abstractos y futuros- que solo a veces y mientras se espera ese momento de gloria, se abre a la curiosidad civil: en los desfiles, durante las dictaduras, en la guerra perdida. La tradición moderna indica que ese mundo paranoico sólo sirvió en la Argentina para azorar a la población civil”.1

1 Lebenglik, Fabián, “Los disfraces de la patria”, Buenos Aires, Página 12, 22 de junio de 1999, p. 29.

 




Grosman, Marcelo

Buenos Aires, 1956
Vive y trabaja en Buenos Aires

Inscripto en la reflexión acerca del cuerpo –su imagen-, las instituciones de control, la perdida de verdad en la imagen (a favor de la idea de verosimilitud), su trabajo profundiza en un concepto al que el mismo artista llama proceso de captura óptica.

Luego de estudiar Arquitectura y Ciencias Políticas en la Universidad de Buenos Aires, se inició en la fotografía tradicional. Más tarde incorporó cierta idea de teatralidad, cuasi performática, en donde la obra se completa con el recorrido del espectador, a través de sistemas que desestabilizan y desandan el camino de la objetividad de la cámara, construyendo a la vez nuevos sentidos. Sus últimos trabajos se sitúan entre el objeto escultórico, la imagen móvil y la fija, examinando la evolución de las imágenes estáticas hacia las imágenes cinéticas.

Sus obras han sido expuestas en Argentina, Brasil, España, Bélgica, Estados Unidos y Túnez e integra colecciones públicas y privadas del país y el extranjero.

Entretanto, ejerció la docencia en la Facultad de Arte Diseño y Urbanismo de la Universidad Nacional de Buenos Aires; en la Carrera de Imagen y Sonido y en Seminarios de Teoría de la Imagen en el Museo de Arte Moderno. Actualmente dicta clases en el Instituto Universitario Nacional de Arte (IUNA). Asimismo, es miembro fundador de TRAMA, Red internacional de Artistas, junto a Claudia Fontes y Leonel Luna.