Castagnino
Del 21.04.17 al 28.08.17

Donaciones para el nuevo museo

Sometido a un riguroso análisis de admisión, fue recibido un conjunto heterogéneo que hoy nos revela la trama de relaciones y expresa la confianza en los ideales de la institución y el firme apoyo local y nacional a su gestión.

Francesco Furini, Venere sdraiata o Giges en la alcoba del rey Candaulo

La apertura del nuevo museo inspiró a figuras públicas y anónimas, coleccionistas y artistas a contribuir en la conformación de su colección. Sometido a un riguroso análisis de admisión, fue recibido un conjunto heterogéneo que hoy nos revela la trama de relaciones iniciada por el director Hernández Larguía y expresa la confianza en los ideales de la institución y el firme apoyo local y nacional a su gestión.

Pinturas de firmas europeas que habían habitado las residencias de la pujante Rosario de las primeras décadas del siglo llegaron a la colección pública. Entre ellas, Venere Sdraiata de Francesco Furini, donada por el Dr. Alfonso Janelli en enero de 1938, al mes de la inauguración del museo. Janelli había tenido una activa participación en la comunidad italiana de la ciudad y en sus organizaciones, como la Sociedad Unione e Benevolenza. La tela florentina del siglo XVII había pertenecido a la prestigiosa colección del Dr. Pablo Recagno e integró la Exposición de Arte Retrospectivo organizada por la Asociación El Círculo en 1923 junto a pinturas de vieux mâitres de la colección de Juan B. Castagnino, que también llegaron a la colección del museo en 1942.

De firmas argentinas fueron aceptadas donaciones de las familias de los artistas Lucio Correa Morales, Salvador Zaino y Julia Wernicke, entre otros. Wernicke (1860-1932) ha sido considerada la primera artista animalista de la argentina. Formada junto al maestro alemán Heinrich von Zügel, pintó animales en el jardín zoológico de Buenos Aires y fue pionera en el uso del aguafuerte y otras técnicas gráficas. Tal vez las planchas de su autoría hayan llegado al museo en virtud de la amistad con Elina González Acha, educadora y presidenta de la Sociedad Argentina de Estudios Geográficos, suegra de Hernández Larguía.

Por otro lado, el pintor Emilio Pettoruti –director del Museo de Bellas Artes de La Plata entre 1930-1947– donó obras de artistas contemporáneos, tal vez con el fin de promoverlos, entre ellos, Domingo Pronsato, Pedro Tenti y el uruguayo Antonio Pena.

Estas donaciones fueron fruto de la relación que estrecharon el artista y el entonces director del museo local, Hilarión Hernández Larguía, que se nutrió de una fluida correspondencia, intercambio de artículos e información de organización y funcionamiento actualizado de los museos, conscientes ambos de su importante rol social.