macro
Del 01.01.10 al 23.02.10

De lo inerte a lo vibrante

- Dietz, Gundi

Esculturas de lo inerte a lo vibrante, o la transformación de lo inanimado en animado: El concepto de “transformación” es el hilo conductor de esta muestra.

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La obra de Gundi Dietz resalta lo humano, así como lo divino, lo instintivo y lo sublime que se encuentran en el ser humano. Por una parte, la representación de transformaciones puede relacionarse con los dioses de la mitología clásica o tratarse de imágenes irónicas de la naturaleza extremadamente “primitiva” del género humano.  Encontramos figuras eróticas de parejas entre animales y humanos, como si fueran Apolo y Leda o aludieran al mito de Diana y Acteón.  Diana trasforma a Acteón en ciervo, pero tal vez éste logra poseerla antes de la transformación total.  Hay otras referencias a la metamorfosis en la representación de escarabajos y ranas, puesto que son animales que sufren grandes cambios en su desarrollo. Las ranas mismas con manos humanas nos recuerdan el mito de Latona y los campesinos que Zeus convierte en ranas en venganza.
Por otra parte las figuras femeninas, voluminosas, policromadas y con grafismos, se presentan benevolentes, sin ironía ni frivolidad. Dan la impresión de estar retraídas en un viaje interior.  Miran hacia el interior de sí mismas: en una postura plena de calma,  las manos en mudra,  parecen estar sumergidas en meditación.  A diferencia de los seres híbridos, esas figuras resaltan lo divino en la naturaleza humana, transmiten un misticismo que sólo Gundi Dietz logra plasmar. Son sus casi cuarenta años de experimentación y experiencia los que han  hecho posible mutar el material inerte en figuras con aura.

Estas esculturas son no sólo poco comunes por el material con el que se han realizado, sino también por la capacidad de Gundi Dietz de crear figuras tan enigmáticas como bellas. Esta belleza, que se aparta de los cánones estéticos tradicionales, nos transporta al mundo de aquello que aún no sabemos nombrar.  Desafiando las posibilidades técnicas de la porcelana, Gundi Dietz ha logrado con sus más de 40 años de labor, ampliar su fama a diversos países de Asia y Europa.

Esta es su segunda muestra en Sudamérica y la primera en territorio argentino, con ella se pretende abrir la puerta a un mayor intercambio del quehacer plástico entre ambas naciones.

Esperanza Martínez-Rapport

Gundi Dietz (Viena, Austria, 1942)Estudia en la Universidad para Artes Aplicadas en Viena. Gundi Dietz, ha recobrado la materia porcelana para el arte contemporáneo.  La prestigiosa Porcelan Manufaktur Augarten  ha puesto a disposición de la artista los talleres y hornos para la realización de formatos sobredimencionales.  Gundi Dietz  trabaja en bronce y mármol, pero es fundamentalmente la utilización de la porcelana como elemento plástico lo que sorprende en primera instancia al espectador. Fue invitada a trabajar en los talleres de mármol de carrara de Miguel Ángel donde también a Louise Bourgois le es permitido trabajar. Recibe en el año 2001 la distinción con el titulo de Professor, que otorga el gobierno de Austria a destacadas personalidades del ámbito artístico que han colaborado en el enriquecimiento del patrimonio cultural austríaco.  Recibe también los premios de arte que otorga la ciudad de Viena y el que otorga la provincia de Baja Austria.  Recibe el Gran Prix World Exhibition for Miniature Ceramics de Zagreb.  Sus  obras se encuentran en Museos en Austria, Japón,  Corea del Sur,  República Checa, USA, Suiza,  Taiwan y China.  Es miembro de la AIC (Académie Internacionale de Céramique), Genf  --un honor que comparten pocos artistas.   Vive y trabaja en Austria.
Hace más de una década Esperanza Rapport, curadora de la muestra, se dedica a fortalecer el intercambio artístico entre Austria y Chile.   A partir de esta muestra en el MACRO se pretende extender el ámbito de este intercambio hacia Argentina.


Imágenes Humanas

Criaturas de una extraña sexualidad, femeninas y masivas, sumergidas en meditación, torpes pero de todas formas frívolas.
Las mujeres de Dietz: no son réplicas naturalistas, especialmente no como deberían ser, sino – como son.
Para sus esculturas Gundi Dietz utiliza principalmente la porcelana y hace casi cuarenta años ella fue la primera en utilizar este material quebradizo y esquivo para crear figuras tridimensionales y como materia prima para su plástica figurada. Durante largos años de trabajo y experiencia desarrolla una propia técnica e inconfundible unicidad artística.

Pionera del nuevo arte en porcelana
Desde hace años Gundi Dietz es una exitosa protagonista del arte contemporáneo austriaco además de ser una preciada artista del  mercado internacional. Dietz es única en su obra y absolutamente inconfundible. Se escapa de toda categorización, de manera radical y consecuente, pero con serenidad y notoriamente a contracorriente.
En tiempos en que el arte contemporáneo desacredita lo artesanal y la porcelana fina en el medio artístico se torna insignificante, ella desarrolla una nueva forma artística con el “oro blanco” abandonado usándolo como su material preferido en sus inusuales y específicas esculturas redescubriendo de esta forma una técnica tradicional y un material valioso para la modernidad.

Dietz combina la porcelana con piezas de metal, crea sus primeras muñecas, es su período de los monstruos, la fase de los seres subdesarrollados. Su arte es la transmisión de la ambivalencia de la existencia humana, la muerte y la vida, lo feo y lo hermoso. Dietz ralla superficies lisas y aplica materiales como madera, género o cabello. Envuelve las cabezas con plástico o redes y viste a sus seres con ropa filigrana o armaduras de metal.
Su perfección técnica le da el valor de sobrepasar los límites tradicionales. De forma inusual combina distintos materiales para lograr una superficie que no parezca porcelana.

A principios de los años 80, coleccionistas internacionales empiezan a mostrar interés por sus figuras femeninas filigranas, en parte abrutadas y grotescas, tan distintas al arte de porcelana tradicional.  

Dietz aprovecha todas las posibilidades técnicas, sus retratos son muy realistas. Crea máscaras, pero nunca como réplicas exactas, sino sublimadas y distorsionadas. “Víctimas” de esta manipulación artística son también personajes como el director de cine italiano Federico Fellini, con el cual Dietz trabajó en el 1985 en Roma (Dietz lo representa con una corona de flores), la estrella de pop Annie Lennox, Herbert von Karajan, la estrella de cine Tatum O´Neal, Pamela Bellwood, Falco. Estas y las facciones de muchas otras personas son transformadas en objetos esculturales.

Después de estadías de trabajo en EE.UU., Gundi Dietz termina este gabinete de vanidades producido por ella misma y una fase de trabajo muy intenso, para abordar un nuevo tema: La imagen humana, el arquetipo del humano y sus dimensiones interiores. Quiere volver visible el estado de existencia intuitivamente experimentado por la criatura.

Cuerpos Expresivos
En los comienzos de esta fase de trabajo existen torsos eróticos impresionantes, bustos como “Meine Schönste” (“Mi más hermosa“) con aplicaciones refinadas de textil bañado en porcelana, con corsé y una venda en los ojos. O la representación ingenua y frívola de una mujer joven tomando el sol. El título: “Sonnenverbrannte mit Schoßkind” (“Mujer quemada por el sol con niño faldero“)

En su fase actual, la imagen de la mujer sigue en el centro de la creación, mientras las pocas representaciones de hombres parecen caricaturas, figuras humanas-animalistas, lo que Gundi Dietz no entiende como provocación, sino como alusión a lo animal en el humano. ¡Cuánto más tiernos sus arquetipos de mujeres, con caras y cuerpos marcados de carácter y personalidad! En expresión y actitud parecen fotografías instantáneas, pasmadas para la eternidad. Las mujeres se presentan con cuerpos desnudos, casi libres de todo tipo de adorno. La representación artística es reducida a lo más elemental en búsqueda del balance entre la apariencia y el interior.  

Fuerte y vulnerable
Sus figuras femeninas ya conocidas en todo el mundo son siempre ambivalentes, resultan fuertes y vulnerables al mismo tiempo, con una postura llena de calma pero abismales, serenas y pensativas, a veces atractivas, a veces repugnantes. Y en sus posturas, seguras de si mismas o tímidas, testarudas o resignadas, aparece siempre un tipo de parentela con la artista, mucho más allá del simple proceso de la creación.

Trabajo en oposición a lo complaciente
Este relato sutil de un estado de ánimo real está completamente libre de kitsch o sentimentalismo y no es nunca una réplica naturalista. Cada figura es única. Forma, proporción y detalle son tanto convincentes como originales y dan testimonio de una maestría extraordinaria en el dominio de la materia y en la transformación de la intención artística.
Gundi Dietz trabaja, como ella misma afirma, en oposición a lo complaciente. Lo bonito y lo feo, lo repugnante y lo atractivo para ella no son tan fáciles de distinguir. Cada criatura es bonita y fea, repugnante y atractiva, tiene su dignidad y sus heridas.

El trabajo con porcelana requiere una visión muy clara del producto final, tanto técnica- como estilísticamente, porque la porcelana húmeda se tiene que moldear en muy corto tiempo, ya que el material endurece rápidamente, imposibilitando una manipulación posterior.

Técnica única
Cada una de las figuras de Dietz es el resultado de un proceso largo de trabajo que exige mucha concentración e imaginación.

“Las bases de mis trabajos son imágenes que llevo conmigo durante mucho tiempo y que maduran a través de procesos internos y externos. Los trabajos son productos de mi mundo interior y exterior.”

Gundi Dietz trabaja con una forma elemental que a continuación es moldeada, modelada y trabajada, rallada, pintada, glaseada y quemada. A través de esta técnica es capaz de realizar todo tipo de formatos: figuras pequeñas, a veces en grupos (que se han convertido en objetos de colección muy demandados en Japón), una colección extraordinaria de escarabajos, como también esculturas monumentales de tamaños enormes, con una técnica única en las esculturas de porcelana.
La artista mantiene una cooperación con la manufactura Augarten en Viena, donde realiza objetos de colección con diseñadores renombrados. Tiene a su disposición un taller y una masa de porcelana especialmente fina, además un horno especial que le permite quemar los trabajos más voluminosos a una temperatura de 1460° C.

Diálogo con la criatura
En el proceso de modelación, lo que más incita es la resistencia del material, que a pesar de su gran belleza es muy difícil de procesar. Pero la artista también sabe ceder con sensibilidad, para dejarle una cierta libertad a la figura en proceso de creación. De esta forma el proceso de trabajo se transforma en un diálogo con la criatura, en el cual lo imprevisible, lo experimental y abierto representan un desafío particular que la obliga a posicionarse artísticamente.

Con su método, su técnica especial y su enfoque innovador,  Gundi Dietz logró producir un impacto hasta en la patria del arte de porcelana, China, donde le ofrecieron un puesto como docente.

Hace décadas que museos y personas privadas en todo el mundo coleccionan las obras de la artista. Ella misma recientemente empezó a experimentar con otros materiales, como piedra (el famoso mármol de Carrara), cerámica y bronce.

Uno puede amar a estas figuras como a sí mismo…

Gundi Dietz desarrolla esta relación con el objetivo de que sus criaturas afecten al espectador y le transmitan las tensiones y sensaciones de la vida. 

Gerhard Weiss

Auspician:

  • Ministerio Federal  para la Educación, el Arte y la Cultura, Austria
  • Departamento de Cultura de la Provincia de Baja Austria, Austria
  • Embajada de Austria en Argentina