Sede Macro
Del 17.04.15 al 18.08.15

Capital

Incorporaciones a la colección del Museo Castagnino+macro. Compras, Premios adquisición y Donaciones

Sirai, Agustín

La muestra también se desplegó en el Macro a través del núcleo Donaciones. Iniciada hace 97 años y con más de 4200 obras de arte, la colección del Museo Castagnino+Macro expresa su propia historia.

Foto de sala
Foto de sala
Foto de sala
Foto de sala

Año tras año, la incorporación de cada pieza fue otorgándole a la colección Castagnino+macro características únicas como lo hizo el acontecer de hechos políticos, económicos y sociales. En el universo de sus posibilidades expresivas, la exhibición constante de diferentes selecciones del conjunto revela múltiples aspectos que les son propios.


Hoy, Capital explora la manera en que estas obras de arte ingresaron al patrimonio público y despliega una breve selección en sus dos sedes. En el Museo Castagnino se exponen dos núcleos de la muestra, Premios Adquisición y Compras, y en el Macro, Donaciones. Estos títulos refieren a categorías utilizadas para el Registro y Documentación de Colecciones, actividad que permite ordenar y clasificar los datos fundamentales de cada obra de arte para su identificación, localización y control.


Cuando hablamos de donación nos referimos a una transmisión gratuita, libre y voluntaria de un titular que cede la propiedad de un objeto artístico en vida, a diferencia del legado que es una cesión efectuada post mortem a través de una acción testamentaria. Por otro lado, las compras son adquisiciones de la titularidad de los objetos a través de un contrato bilateral con un particular, galería, casa de subastas, etc., y los Premios Adquisición ingresan a través del vínculo jurídico de un certamen definido por un jurado en cuyas bases se ha establecido la inclusión en la colección de las obras galardonadas. En el caso del Museo Castagnino, los premios han permitido el ingreso constante de piezas desde 1917 gracias al Salón de Otoño –luego Salón Rosario y actualmente Salón Nacional de Rosario– y al Salón de Artistas Rosarinos.


Este modo de ingreso –asentado prolijamente en el Libro de Registro del Museo desde los inicios de la actividad de la Comisión Municipal de Bellas Artes en 1917– expresa cómo fue articulándose la colección, cómo ha sido ejercida la práctica coleccionista pública y manifiesta, a través de los años, lo que ha sido considerado legítimo de pertenecer al patrimonio artístico de la ciudad.

 

Donaciones en el Museo. Comprar para donar
Por Verónica Prieto

Las primeras donaciones fueron gestionadas por la Comisión Municipal de Bellas Artes cuando en 1920 con la inauguración del Museo Municipal de Bellas Artes, se dejaron 2 salas vacías, que solo se explicaban con una nota de pedido textual al público para que esas salas se llenarán con donaciones. El origen de la Colección debe localizarse en los Salones ya que en ellos desde un principio se determinó una cláusula por la que sus Premios Adquisición fueran la estrategia para crear un patrimonio nacional –cuestión ésta que generó una fuerte disputa con Buenos Aires– asegurando el ingreso de obra para el museo. Este sistema consistía en que la Municipalidad pagaba el valor de los primeros premios y luego se asentaban como donación para el museo. Existía también la posibilidad de que la comisión comprara en los salones para la institución, razón por la cual los artistas debían declarar sus precios en la boleta de inscripción.

Teniendo en cuenta que los iniciadores de esta colección a su vez eran coleccionistas amateurs, las donaciones europeas fueron las de las familias del círculo de la alta burguesía, grupo de pertenencia de los miembros de la Comisión Municipal de Bellas Artes, que dirigían los destinos del museo. Esta política fue adoptada por varios de sus directores como Amuchástegui y Hernández Larguía. Su gran mecenas fue Juan B. Castagnino, que como último deseo encargó a su madre la construcción del edificio propio para cederlo a la Municipalidad. Las donaciones generalmente se hacían con cargos, es decir con cláusulas en las que se aceptaban las condiciones del donante. Con el tiempo estos se fueron eliminando ya que la falta de espacio limitaba mucho estas exigencias. Existieron importantes legados de artistas: Musto, Schiavoni, Pedrotti y donaciones de obra como las de Pettoruti, Palliere y Delhez. Otras instituciones como El Círculo y el Jockey Club también cedían al museo los premios otorgados en sus salones.

Los miembros de la Comisión Municipal de Bellas Artes –sucesivamente Dirección Municipal de Cultura y Sub- Secretaría de Cultura– definieron un perfil de donaciones para ”formar una colección de Arte Argentino completa”* por lo inaccesible del arte europeo. Con éste mismo objetivo se convocó al Premio Juan B. Castagnino donde se elegía al artista nacional faltante en el acervo. También se compraba para donar en galerías privadas que bajaban sus precios para el museo. Para dictaminar sobre el valor de las obras que ingresarían, se conformó en 1938 una Comisión Asesora de Artistas Plásticos que se disolvió en 1939.

La Fundación del Museo Castagnino creada en 1977 es la que hereda la función de comprar para donar de sus predecesores: Vila Ortiz, Astengo, Estévez, Carlés, Payró, Ellena, Oliveira César, Minetti, Martínez Carbonell. El Castagnino abre su sede de Arte Contemporáneo, el Macro, en 2004, con la incorporación de 216 artistas contemporáneos, a través de una convocatoria que gestionan el Museo Castagnino, la Fundación Antorchas y la Municipalidad de Rosario con la misma táctica de comprar para donar y fundar.

*Memoria y balance de la Municipalidad de Rosario.