macro
Del 24.11.23 al 21.04.24

76° Salón Nacional de Rosario

Veinticinco obras seleccionadas para la Sección Principal y una propuesta que explora los sistemas artísticos en la Sección Gabinete

Salón Nacional de Rosario
Salón Nacional de Rosario
Salón Nacional de Rosario
Salón Nacional de Rosario
Salón Nacional de Rosario
Salón Nacional de Rosario
Salón Nacional de Rosario
Mariela Vita, Visitante [Premio Salón Nacional de Rosario]
Claudia del Río [Premio Colección]
Sol Quirincich, Esa convicción interior, invencible [Adquisición Fundación Castagnino]

El Salón Nacional de Rosario se formula como una plataforma cuyo objetivo es hacer visibles producciones, procesos y circuitos propios de las prácticas artísticas contemporáneas, buscando evidenciar las complejidades y derivaciones que subyacen en ellas. El certamen configura la instancia de exposición más relevante de la ciudad de Rosario para artistas que se encuentran en pleno desarrollo de sus proyectos.

Asimismo es la posibilidad más destacada de enriquecer el patrimonio público a través de dos premios adquisición: Premio Salón Nacional de Rosario y Premio Colección.

Desde 2016 el Salón tiene como sede el Museo de arte contemporáneo de Rosario (macro) que es la institución referente a nivel nacional para alojar y promover la complejidad y riqueza de las propuestas postuladas.

 

SECCIÓN PRINCIPAL

Jurado de selección | Ángeles Ascúa, Lara Marmor y Javier Gasparri

 

Piso 1
Celeste Carnovali / Insectas bastardas
Mariela Vita / Visitante  [Premio Salón Nacional de Rosario]
Sociedad de amigos y benefactores de las artes de Cañada Rosquín / Un punto negro en la lejanía
Bruno Gruppalli / Este sentimiento que engaña
María Cecilia Casenave / Sustancias eternas

Piso 2
Cristian Osuna / Club de solos
Agustín Miguez / Sueño de una noche litoraleña
María Laura Martinez Spaggiari / Sin título (de la serie Lo que sostiene el aire que nos rodea) [Mención especial]
Paula Castro / Estanislao Mijalichen reversible
Lorena Cardona / Todo por la praxis  [Mención especial]
Laura Ortego / Sin título (de la serie Chiques)

Piso 3
Sol Quirincich / Esa convicción interior, invencible  [Adquisición Fundación Castagnino]
Sandra Guascone / Cocoa se volvió luz  [Mención especial]
Michele Siquot / Casita Vanzo, sala para pensar y hacer música
Manuel Sigüenza / Protector
Nahuel Ventos (aka SDK) / Supuraciones del muro psíquico

Piso 4
Bruno Dubner / Corbata y prótesis
Joaquín Gómez Hernández / Chicxs del palo
Verónica Calfat / La aprendiz
María Crosetti / Formulario continuo
Alejandra Mizrahi / Cuerpo 5 (de la serie Placer y Benefi cio)

Piso 5
Mimi Laquidara / Puntos cardinales
Candela Roselló / Las intoxicadas
Carlos Aguirre / Alecrin
Clara Miño / Clásico (de la serie Tierra Baldía)

 

Piso 6

GABINETE

Curador | Rafael Cippolini

Artistas 

Claudia del Río  [Premio Colección]
El Club
María Guerrieri
Silvia Gurfein
Jimena Losada Lacerna

 

La sección Gabinete se instituye con el objetivo de propiciar la construcción de un patrimonio significativo, plural y diverso que aborde problemáticas y debates actuales, que sea sensible a los cambios y transformaciones de la sociedad contemporánea. Cada año se convoca a un especialista con el fin de analizar determinadas zonas de la colección y precisar acciones y directivas para su enriquecimiento. 

Para la edición 2023 se busca seguir explorando el presente y el futuro del acervo del museo. El macro asume desde su creación en 2004 la incorporación de obras y proyectos que proponen redefiniciones de lo patrimonial. El Gabinete 2023 busca volver programática la pregunta sobre los límites de una colección de arte contemporáneo en relación a los objetos que la constituyen. En este sentido invitamos a Rafael Cippolini como curador invitado para reflexionar de manera pública sobre las tensiones y posibilidades de coleccionar proyectos culturales que se desmarcan de la materialidad y se instalan predominantemente en las experiencias.

 

Sofonisba
El arte de coleccionar sistemas

Este gabinete no es otra cosa que un muestrario de sistemas. Sistemas de obras, de artistas. Cada pintura o dibujo presentado, exhibe lo que hasta el momento no se develaba: en tanto experiencia, el sistema era el interrogante, o la reconstrucción tardía por otros medios. No se trata de una preocupación reciente. Recordemos aquella anotación de Honoré de Balzac, hacia 1834: “No basta con ser un hombre, hay que ser un sistema”. Se dice que años después, Gustave Courbet diseñó (o intentó diseñar) el suyo inspirándose en el anterior. Lamentablemente, no tenemos pruebas de esto.

¿Qué significa coleccionar sistemas? ¿Para qué, por qué deberían formar parte de una colección, más aún de una museística? Más aún sistemas pictóricos, o de dibujos. Nada más necesario que coleccionar (resguardar y dar cuenta) diferentes clases de sistemas artísticos individuales o colectivos -la tarea lenta, articulada, ineludiblemente silenciosa de combinar y potenciar procedimientos, procesos, ideas, referencias, métodos, intuiciones, anotaciones, técnicas y motivos personalísimos-, graficándolos a modo de mapas únicos de creación y ejecución, o sea el diseño de las herramientas orientativas previas, pero también de otros recorridos rara vez develados. Todo sistema es enunciado, más acá y más allá de cualquier discurso.

Como sabemos, el arte es una forma de conocimiento. También lo es una colección, más la de un museo, que nunca será sólo una reserva, ni una memoria, sinó mucho más que eso: una disponibilidad para reformular el presente, para disponer nuevos pasados desconocidos (cada buena exhibición de patrimonio debería ponerlo en claro). Como dijimos, lo que nos enseña el arte, lo que aprendemos por él, ninguna otra disciplina podría suplantarlo. El sistema de cada artista es, ni más ni menos, la cartografía material, sensible, mental, de una obra, y por lo tanto imprescindible. Se integra al objeto resultante, pero no del todo (conscientemente o no, se reserva algo). Todo sistema es un multiplicador de pistas, pero también de nuevos (otros) interrogantes. El sistema es la carta de presentación (involuntaria, secreta, discreta) del operar de un artista. Una sucesión de conexiones subyacentes.

La palabra sistema proviene del latín, systema:“reunión de cosas en forma organizada”. Reunión: acción, disposición, pero también reglas y componentes físicos, ordenaciones y distribuciones mentales, proactivas, contemplativas, pasos previos, elementos testigos, que en su conjunto e interacción generan otros sentidos, estableciendo recurrencias, desvíos a esas recurrencias, la intimidad profunda del ensayo y el error. No es necesariamente un tipo especial de cosas, sino una manera de hacerlas (pasar a la acción, probar), también de considerarlas, decantarlas. Toda obra tiene ineludiblemente su sistema, aunque no sea consciente, aunque se vaya develando sobre la marcha o más tarde. Para conocerlo, nada más necesitamos que el artista se lo pregunte. Cada cual tiene su estilo de interrogarse, del que su sistema dará cuenta. No confundamos la propuesta de coleccionar sistemas con el denominado arte de sistemas, que propuso obras que fueran sistemas en sí mismos. Si en esta variable sistema y obra se entremezclan y funden, el Gabinete Sofonisba avanza hacia algo distinto: hurgar en la personalidad (singularidad singularísima) de cada sistema en la visión de sus creadores.

Dijimos que el Gabinete Sofonisba es un muestrario de sistemas. Un sistema está lejos de ser sólo contenido: fundamental concentranos también en su forma, en cómo se exhibe, en su manera de ofrecerse. Así, Claudia del Río nos presenta su mesa de trabajo, donde no sólo despliega obras en curso, sino pone devela su disposición; un sistema no es únicamente una mecánica (impulsiva o gradual, intuída o paciente) sino cómo luce esa mecánica, que no es sinó una composición. Por eso El Club no puede ser otra cosa que un sistema de sistemas, al de cada obra individual se le suma el de un accionar grupal, y sobre todo la interacción de todos los sistemas particulares entre sí, ya sea en gráficos previamente dialogados como en su dimensión expositiva. María Guerrieri se diversifica en dos núcleos: el particular, o sea, su inmersión dibujística al lenguaje de señas, además del general, títulado Ganas de dibujar, que oficia sin proponérselo de manifiesto y propedéutica. Silvia Gurfein profundiza en sus títulos, y pone en marcha su sistema desde un video: teoría, análisis, exposición, relato, documento y presencia (todo al mismo tiempo). Por último, Jimena Losada Lacerna reúne todo lo que se fue generando, agrupando, concentrando, sucediendo mientras pintaba, cuando pensaba, se preguntaba y ejecutaba su cuadro (bocetos, pequeñas pinturas de prueba, confecciones de paleta, otros dibujos suyos cercanos, referencias anteriores, derivaciones, ideas paralelas sobre la marcha).

El Gabinete Sofonisba no es otra cosa que un gabinete-boceto: tentativas para aprender a coleccionar sistemas, notas conceptuales para acercarnos a diferentes posibilidades de incorporar sistemas de desigual índole a colecciones que hasta la fecha no se lo habían propuesto.

El porqué de un título. Este gabinete también es un homenaje a Sofonisba Anguissola (Cremona c.1535-Palermo, 1525) primera pintora en desarrollar su sistema, hoy perdido.


Rafael Cippolini
Noviembre, 2023