macro
Del 09.08.24 al 22.09.24

Dosole lquiyaqte, Doble corazón, Coeur double | Julieta Hanono + Comunidad QOM

Hanono, Julieta

Julieta Hanono + Comunidad QOM

Dosole lquiyaqte, Doble corazón, Coeur double

Como parte del programa anual macro.Irradiaciones, en el piso 6 del macro se desarrolla una propuesta colectiva de exposición que reúne al colectivo QOM “Los pumitas”, su referente Oscar Ernesto Talero y la artista Julieta Hanono.


En la sala de exposición del macro los visitantes encontrarán como parte del proyecto Dosole Iquiyapte, Doble corazón, Couer double experiencias colectivas que surgen tanto del interior de la comunidad QOM “Los pumitas” —en la lucha por mantener su cultura, su lengua y su tierra— como del encuentro actual con la artista Julieta Hanono.

Habrá montado un estudio de la radio FM 94.5 comunidad QADHUOQTE para que, en determinadas ocasiones, transmita su programación desde allí. Proyecto comunicacional de integración que la comunidad indígena lleva adelante en el barrio Los Pumitas, ubicado en el noroeste rosarino. También se exponen piezas realizadas por artesanos de la comunidad, y un video y remeras de fútbol que dan cuenta de una de las tantas experiencias de socialización que la comunidad lleva adelante para acompañar el desarrollo de los jóvenes. Asimismo, se exponen piezas textiles realizadas por Hanono que surgen del vínculo de la autora con la comunidad QOM, en su rol de artista como traductor-intérprete. 


 OFRECER EL MUSEO AL PUEBLO QOM

Ofrecer.
Tratando de situarse lo más cerca posible del “dar”.
Sabemos.
(Derrida no nos permite la ingenuidad)
Que vivimos en un mundo en que no hay “don”.
Sin embargo.
Intentamos –al menos– ofrecer. Situarnos lo más lejos posible (sabiendo que no se
puede –en este mundo– evitarlo) del intercambio.
Ser anfitriones.
No alquilar un espacio.
Invitar.
No esperar una compensación.
Sabemos (de nuevo)
Que es imposible.
La compensación está en el hecho mismo de invitar: lo cual nos pone en una situación
incierta: ¿seguimos siendo conquistadores (colonizadores para hablar con términos de
lo políticamente correcto) de quienes –con nuestras mejores intenciones– invitamos a
que ocupen un espacio del macro para desplegar algo (si eso es posible en otro espacio)
de su cultura?
El pueblo QOM.
A la vez.
Y con la misma incertidumbre.
La invitación surge del nexo que nos ofrece generosamente una artista rosarina que ha
hecho su carrera en París: Julieta Hanono (quien ha conocido no solo la marginalidad
sino la opresión en cuerpo propio).
Hanono viene trabajando con el colectivo QOM “Los pumitas” y su referente Oscar
Ernesto Talero desde hace mucho tiempo, uniendo mundos a partir del reconocimiento
de la desigualdad en la que emerge ese encuentro. Desde allí, ha intentado situarse
haciendo equilibrio en ese borde tan impreciso que separa la voluntad del trabajo
colectivo de la imposición de quienes están “autorizados”, de quienes tienen palabra,
que hablan los idiomas centrales. Un trabajo arduo de visibilización de lo que no está
compensado, de lo negado y olvidado (que nos involucra en tanto pertenecientes a los
mundos que tienen palabra autorizada), donde no existe un estado de equilibrio.
A quien agradecemos la posibilidad de generar este vínculo entre la cultura oficial (el
arte) y propuestas que transitan lugares que se sitúan en una periferia que no es tal en
tanto el centro (que se autopercibe como no atravesado por lo otro, como no
contaminado) se nutre constantemente de esos lugares a los que no visibiliza.
De los que se nutre.
Constantemente.
Negándolos.
El macro (sin ninguna certidumbre –pensamiento anómalo de colonizados-
colonizadores) ofrece el espacio a “Los pumitas” (colectivo QOM que viene trabajando
incansablemente por su inclusión) para que decidan qué hacer en el espacio que el
museo les ofrece. No lo que se espera desde “el arte” (esa historia del arte que no los
ha incluído) sino desde sus propias construcciones (se llamen o no arte –el primer lugar
a deconstruir es (justamente) el concepto de arte–).
Esperamos que este intento (mínimo sin duda –no pretendemos más que eso–) pueda
resultar en un encuentro entre culturas que no se sitúan en un plano de igualdad, desde
un lugar que pueda propiciar la concepción de la diferencia como la posibilidad misma
de la igualdad (en lugar de la justificación de la exclusión).

Roberto Echen
Director Artístico macro