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El óleo llegó a la colección del Museo Municipal de Bellas Artes en 1925 gracias al legado Carlés.

En este caso, la obra lleva adherida en el reverso una carta fechada por la artista en Paris el 2 de junio de 1898, en la que dice: “le envío un boceto pintado al óleo sobre tela, representando frutas. La he enviado en un cartón, la mejor manera que encontré para enviarlo. Ud. tendría que tensar la tela en un chasis. Espero que este cuadro sea de tu agrado. (…) reciba la expresión de mis sentimientos mas distinguidos”.

 




Ayrton, Annie

London, Inglaterra, ca.1850
Trouville, Francia, ca.1920

Escuela británica. Formada en Londres, expuso sus flores y naturalezas muertas en la Royal Academy entre 1879 y 1888.
Hacia 1879 residía en Paris junto a su marido, el grabador español Ricardo de los Ríos (1846- 1929). Participó en los Salones de Paris entre 1889 y 1914; también expuso en Artistas Franceses donde obtuvo una mención honorable en 1881. En la Exposición Universal de 1889, mostró sus pinturas Retour de Chasse, La place est prise y Nature norte y el dibujo al pastel Liseuse.en la sección española, por las que obtuvo una medalla de plata.

Participó de la agrupación artística Societé des 33, fundada en 1887 y expuso en muestras colectivas en la galeria Georges Petit entre 1888 y 1889.

Su obra, de lenguaje tradicional, mantiene el estilo de los bodegones franceses del siglo XVIII. Destaca la representación de las texturas del motivo-porcelana, vidrio y piel de las frutas- que contrasta sobre un fondo oscuro. La pintura de naturalezas muertas, bodegones, frutas y flores ha sido un género tradicionalmente vinculado al asunto del vanitas, o reflexión sobre la fugacidad de la vida. Durante el siglo XIX, fue considerado un género “menor” por las academias –un ejercicio de técnica- , pero apropiado para ser ejecutado por las mujeres pintoras. En el siglo XX fue elegido por los pintores modernistas y de vanguardia para la experimentación de nuevos lenguajes.