Su formación napolitana lo había iniciado en una pintura paisajista que evocaba el aire y la luz sin alejarse de la descripción. Durante su prolongada estadía en Paris pintó escenas de la ciudad, entre ellas Una avenida, que ingresó a la colección del museo en 1925 gracias al legado Carlés.
En esta tela de pequeño formato se percibe la influencia de la pintura francesa: la espontaneidad de la pincelada y los empastes definen la perspectiva de la avenida Champs Elyseés con el Arco de Triunfo en el último plano a la manera de las vistas de los pintores franceses contemporáneos, animada por la evocación del dinamismo de la vida cotidiana. En una composición de verdes azulados destaca acentos de azules, amarillos y rojos y enfatiza el perfil del Arco de Triunfo con contrastes, creando una atmósfera moderna estrechamente vinculada a los postulados impresionistas.
María de la Paz López Carvajal
Brancaccio, Carlo
Nápoles, Italia, 1861
Nápoles, Italia, 1920
Formado en Nápoles, se inició en la pintura de paisajes junto al maestro Edoardo Dalbono (1841-1915). Realizó vistas rurales del sur de Italia y marinas caracterizadas por los efectos de luz y atmósfera y la utilización de una paleta de colores puros. Debutó en Milán en 1885. Participó en la Promotrice di Napoli en 1886 (Studio di nudo e Ricognizione), 1887 (Pass partout) y en 1888-1889 (Marina di Capri). En 1889 envió a Milán La piazza del Carmine a Napoli y a la exposición de Arte Moderno de Turín de 1892, Impressioni di Napoli que fue exhibida también en Berlin en 1900. Recibió Medalla de Oro en Roma en 1893. Residió en Paris hacia 1901 y su pintura fue influida por la obra de los impresionistas, especialmente por el encuadre de las vistas ciudadanas a la manera de Monet o Caillebotte.
Exhibió sus obras en el Salón de Paris en 1902, 1903, 1904 y 1907. También expuso en Berlín, Venecia, Londres, Mónaco y Buenos Aires.