Castagnino
Del 16.09.22 al 27.11.22
Le encantaban las margaritas
Miguel Ángel Passerini / Obras 80-90
Tuvimos una idea: festejar el brillo que emana de la vida y la producción de Miguel. Decidimos hacer una muestra como forma de celebración. La hicimos entre muchxs: su familia, sus compañerxs y sus amigxs. Buscamos, juntamos, restauramos. Pusimos en valor sus estudios tempranos, su pintura y sus collages. Nos detuvimos con especial atención en la gestualidad de los últimos trabajos. Diseñamos una exposición que evita el recorrido cronológico y, en cambio, privilegia afinidades materiales, temporales o temáticas.
Las exploraciones artísticas de Miguel estuvieron en sincronía con el contexto de los ochenta y noventa: materialidad, colores y técnicas frecuentes en la época tomaron en él una fuerte y decidida marca personal, un estilo propio.
Queremos mucho a Miguel y mientras seleccionábamos sus trabajos tuvimos la certeza de estar ante un cuerpo de obra que no contó con el tiempo suficiente para transformarse en una de las búsquedas pictóricas más relevantes de su época.
Nuestro amigo se ausentó demasiado rápido. Su falta todavía nos duele; tal vez nos duela para siempre. Ofrecer esta exposición nos da mucha felicidad.
Marcela Cattaneo / Hugo Cava
Miguel Angel Passerini (1964-1992). Nace en Rafaela, Provincia de Santa Fe. En el I.S.E.T. N° 18 20 de junio, en 1984, se recibe de técnico superior en decoración de interiores. Cursa a partir de 1986 la carrera de Bellas Artes en la Facultad de Humanidades y Artes de la UNR. Desde de 1989 formó parte del Grupo Rozarte.
En 1987 realiza un curso de armado y confección de títeres de guante a cargo del grupo Tiempo de Venezuela. Confecciona vestuarios y escenografías para distintos grupos de teatro infantil de la ciudad de Rosario. Durante 1989 forma parte de los talleres a cargo del artista Emilio Torti.
Participa de salones de artes, entre ellos: XIX Salón Anual de Artistas Plásticos Rosarinos en el Museo Castagnino, Rosario, 1985; Salón y Jornadas Regionales de Estudiantes de Artes en Paraná Entre Ríos, 1987 y 1988; Salón Blanco y Negro, APROA, Centro Cultural Rivadavia, Rosario, 1989; Salón de Escultura, APROA, Centro Cultural Rivadavia, Rosario, 1989.
Formó parte de muestras colectivas tales como: 7 artistas, sala de artes “M.A”, Rosario, 1986; Propuesta, Centro Cultural Rivadavia, Rosario, 1988; Muestra nacional de estudiantes de Bellas Artes, Neuquén, 1988; Todo lo que Ud. Siempre quiso saber sobre la pintura, (y nunca se atrevió a preguntar), taller de Emilio Torti, Rosario, 1989; Primera Bienal de la Creatividad, Rosario Imagina, Patio de la Madera, Rosario, 1990; Tomarte, encuentro alternativo de arte, Facultad de Humanidades y Artes, UNR, 1990.
Es Invitado especial de la Municipalidad de Rafaela en el marco de la Semana Internacional de los Museos, Biblioteca y Archivo Histórico Municipal, 1988. Expone en muestras, entre ellas: Pinturas, junto a Cristina Olguín, Cruce Galería del Paseo, Rosario, 1989; Pinturas Olguín/Passerini, Galería Santiago 965, Rosario, 1990; Lluvia de postales, muestra de dibujos, junto a Hugo Cava, Homo Sapiens, Rosario, 1990; Recuerdos, muestra individual de dibujos, Museo Urbano Poggi, Rafaela, 1991; De la Reconstrucción/ ex culturas y pinturas, junto a Dante Taparelli, Centro Cultural Rivadavia, Rosario 1991; En su casa, retrospectiva, Espacio Rozarte, Rosario, 1994; Le encantaban las margaritas,
Miguel Ángel Passerini / Obras 80-90, Museo Castagnino, Rosario, 2022.
Las obras que componen esta muestra pertenecen a la familia Passerini, Gabriela Aloras, Verónica Serra, Marcela Cattaneo y Hugo Cava.
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A Miguel Passerini
Le encantaban las margaritas
Las flores blancas de centro solar y las de tomar, ambas propiciaban el encuentro y la alegría…
Llevaba prisa y el gesto veloz, cuando el mundo era una comedia musical.
Llegada la democracia, la “deconstrucción” fue una tarea justa y necesaria, deconstruír al hogar (las baldosas, las plantas y macetas), al pasado y sus recuerdos, al pueblo, al deseo, a la imagen, al campo y la ciudad.
Deconstruír los mandatos y las obras de protesta.
Celebrar el fin de la represión (un poco antes que termine).
Deconstruír lo feo y dejarlo bonito, todo azul y fresco.
Así…que se vea la pincelada, ya está. “Si es pepa pega”.
Mientras el plano fluye continuo…superponer una bandera, lineal y rectangular.
Fluyen los “Inizios”, fluyen la militancia y los títeres, los amigos y los viajes, las obras y los títulos, fluye el sexo y la vida, como nubes, pasa y llueve…
Lo recto con fallas, las fallas como virtud, la urgencia y la medida.
El informalismo, la cercanía a Luis Wells, a Kenneth Kemble, al “punto poncho” de Alejandro Puente… la pintura, la geometría y el guiso. Los brindis antes y después. La forma recobrada.
La primavera alfonsinista concluyó, hubo saqueos (Menem lo hizo) y seguimos pintando, el galpón Rozarte, terminamos la facu, fuimos a la Bienal de Brasil y él no se murió. Nos lo mataron.
Quien con convicción va atrás de lo bello, antes o después da con el cielo. Todo hombre debe tener algo que le sirva de estrella orientadora: Los enamorados, El carro, El diablo;
“Puto peronista”, “gel y sida”, “puto viejo paga”… terminó el siglo veinte y treinta años de silencio y olvido han sido suficientes.
Clota querida nos hiciste compañía, reír y enojar. Vaya esta recolección de tus obras, como un abrazo colectivo, un gesto amoroso de restaurar una margarita deshojada con ansias: me quiere mucho, poquito y nada…
Te queremos y extrañamos mucho. Y este homenaje es para que sepan de vos y de tu obra (entre 1984-1992) el público presente y el del San Venir.
Tus amigos, tu familia, tus admiradores. Rozartes 2022.
Xil Buffone
Cierta urgencia gestual
Hall de entrada de la Facultad de Humanidades durante un año fluctuante entre el 86 y el 90. Algún evento en el Salón de Actos propició la aparición de muchos raros peinados nuevos, denominados por Miguel los “Gel y Sida” para diferenciarlos de los “Túnica y Pachulí” adherentes a la “estética tupamara” que proliferaba en los pasillos de la academia.
Miguel, creador de apotegmas históricos, fulgurante en el momento. Cultor del santiamén, zarpazo voraz de ahora, ser eminentemente social. Él siempre captó con intensidad los impulsos de la ocasión, el entorno en nada le era ajeno, militante activo que entendió que arte y realidad son planos que muy pocas veces colisionan entre sí con éxito. Prolifera la realidad hasta caer presa de la tautológica alucinación que construye. Sanseacabó irreductible, la calma es alteración. Diferencia sin similitud, no hay revés en la hoja de la sandalia.
Entre el cielo rojo y la tierra negra flotan esquemas de flores.
Aproximaciones al ideal inestable. Ángulos rectos redondeados.
Lo ignífugo es un angioma en el corazón de la combustión, obra brasa.
Pulsiones verticales casi asfixiadas en su propia simultánea horizontalidad.
Obsidiana agrisada o blancura sucia que suele tener la nieve.
La mancha, entre gallos y medianoche, enseñorea sobre cualquier textura que adopte la idea. Tridimensión, dibujos, pinturas, títeres, marañas de hebras, banderas flameando estáticas sobre hipotéticos campos de batalla. Prodigios expresados en una lengua que se sostiene en otro modo de implicar. Impulsos verdes, entelequias zurcidas a la existencia.
Arden las circunstancias. Da fe una foto de la fractura entre representación y tiempo.
Pez en remanso arremolinado.
Miguel vegetal.
Homs