La Mutualidad de Estudiantes y Artistas Plásticos Rosarinos tuvo su origen en un grupo disidente de la Agrupación Refugio (1932) que se reunió bajo la dirección de Antonio Berni a su regreso de Europa. Además de proponer la utilización de nuevas técnicas -entre ellas la pintura mural- actualizó a los artistas en los modernismos europeos y los provocó a la acción revolucionaria a través del arte. Identificados con ideales socialistas, sus seguidores llevaron a los murales, telas, dibujos, grabados y acuarelas sus preocupaciones relacionadas a las clases populares, influenciados por la Nueva Objetividad alemana, el realismo mágico y los postulados del retorno al orden. En este contexto Berni promovió su propio interés por la documentación fotográfica, que constituyó parte de su método de trabajo a lo largo de su trayectoria artística. El ojo de la cámara 6x4 que había traído de Europa le permitía capturar imágenes que luego recomponía como fotomontajes, incluyendo no pocas veces crónicas ilustradas de los periódicos.
Gambartes tuvo un temprano interés por la fotografía influenciado por Berni, a través de la cual exploró los aspectos de la realidad circundante que constituirían los temas de su obra de los años 30 y 40: los límites de la ciudad, el paisaje del litoral, los habitantes de las barriadas ribereñas, etc. Este registro fue utilizado como referencia para sus acuarelas y temples que hicieron foco en diferentes aspectos del suburbio rosarino. El lenguaje de la Mutualidad persistió en su obra y a pesar de experimentar con otros temas y técnicas, hasta fines de los años 40 su espíritu es reconocible todavía en sus paisajes. En Esquina suburbana (1950), Gambartes todavía utiliza la paleta de grises azulados, rosados y verdes de tonos bajos que acentúan el carácter de soledad y vacío de la escena. La atmósfera expresa la moderación y austeridad de los márgenes de la ciudad y el uso de la distorsión en la perspectiva -que evoca la alteración y deformación de la imagen ocasionada por el foco de la cámara- transmite cierta ensoñación onírica. El interés por las prácticas surrealistas y sus derivaciones ya había sido plasmado por nuestro artista en los dibujos oníricos creados entre 1942 y 1945.
Esquina suburbana obtuvo el Primer Premio Amigos de Alvaro Audet en VI Salón Motivos de la Ciudad organizado por la Asociación Amigos del Arte en 1950. Ese mismo año, también recibió el Premio Gobierno de Santa Fe por su obra Amigas en el XXIX Salón de Rosario de 1950.
En septiembre de ese mismo año, realizaría una exposición en las salas de Amigos del Arte.
MPLC
Gambartes, Leónidas
Rosario, 1909
Rosario, 1963
En 1927 ingresó al Ministerio de Obras Públicas, donde trabajó toda su vida.
Su temprano interés por la fotografía lo llevó a capturar aspectos de la realidad circundante. Barrios suburbanos, paisajes del litoral y habitantes de las riberas fueron algunas del las temáticas que retomó en su obra pictórica posterior. Hasta fines de los años 30 realizó acuarelas naturalistas, tomando el entorno de Rosario como referente.
En 1932, el artista participó como miembro fundador del grupo Refugio, para el cual diseñó su emblema. Dos años más tarde, formó parte de la fundación de la Mutualidad Popular de Estudiantes y Artistas Plásticos, junto con Antonio Berni, Domingo Garrone y Arturo Roger Pla, entre otros plásticos rosarinos. En esos años, Gambartes descubrió a artistas como Paul Cézanne, Vincent Van Gogh, Paul Gauguin y Pablo Picasso.
Luego de esa experiencia, entre 1937 y 1941 llevó a cabo unas témperas llamadas Cartones humorísticos, con cierta referencia surrealista.
En 1942 realizó su primera muestra individual en AAR, y en la Galería Müller de Buenos Aires.
Durante el período 1942-1945 realizó Dibujos oníricos. Más tarde exploró distintas técnicas y temáticas. Se alejó del plano descriptivo para organizar las figuras en el plano ortogonal y geométrico, apoyadas en la sección áurea. De ese período, son las barriadas y los personajes mágicos.
En la década del 50, Gambartes cofundó el Grupo Litoral junto con Juan Grela, Carlos Uriarte, Oscar Herrero Miranda, Francisco García Carrera y Hugo Ottmann, entre otros.
La agrupación, que alcanzó reconocimiento nacional y convocó a un público indiferente hasta el momento, planteó un compromiso con el hombre actual y sus nuevas realidades, a partir de las vivencias del lugar. Sus integrantes se opusieron a las formulas académicas coartadoras de la libertad creadora, abogando por el uso de nuevos lenguajes. Si bien cada uno adoptó un estilo propio, el compromiso con los orígenes se plasmó en las imágenes de los paisajes del Litoral y la vida de sus habitantes.
Por entonces, el artista revivió mitos, leyendas y supersticiones aborígenes de la zona litoraleña.
Tanto los temas como la implementación de una nueva y personal técnica -el cromo al yeso- definieron su estética y perfilaron el sentido americanista de su producción.
Para realizar sus obras, el autor preparó cartones con cola y yeso, cuyas superficies lijó una vez secas. De ese modo, obtuvo una plano mate y absorbente, donde las pinceladas superpuestas de óleos o acuarelas permitieron sutiles veladuras. En ocasiones, sobre la pintura fresca superpuso papeles para lograr texturas. Además, el rayado y el punteado de la superficie posibilitaron que el fondo emerja sobre el color ya colocado.
Esa técnica se convirtió en el lenguaje definitivo de Gambartes que, gracias a su calidad mineral, expresó el color de la tierra con cierta evocación arcaica. La predominancia de pigmentos ocres y azules otorgó un matiz característico a su producción.
Maternidad en gris responde a los lineamientos propuestos por el Grupo Litoral, quedando inmersa en dicho contexto.
En esta obra de factura despojada es factible vislumbrar el interés por un determinado tipo social. Asimismo, constituye un ejemplo contundente del ámbito que el autor decidió explorar en aquel entonces: el mundo femenino pero cotidiano, en el cual habitan lavanderas, hechadoras de naipes y conjurantes. En este caso, Gambartes apeló a la mujer en su rol de madre.
Personajes también responde claramente a la mencionada etapa. Con una paleta de tintes quebrados y terrosos, el artista supo captar el contexto en el que se hallan inscriptas las figuras de la representación, aludiendo a determinadas poblaciones lugareñas.
Esta relevante figura dentro del campo artístico local expuso sus obras individual y grupalmente, en Rosario, Santa Fe y Buenos Aires. Con el paso del tiempo, su producción también se mostró en distintas ciudades de Europa y Estados Unidos.
Participó en las bienales de Venecia y de San Pablo. Entre sus distinciones, cabe destacar: Medalla de Plata, Bienal de Venecia 1956, Primer Premio, Salón del Litoral 1957 y, Medalla de Plata, Exposición Internacional de Bruselas 1958. Importantes colecciones oficiales y privadas poseen obra suya.