Ensayo 1

4 ensayos curatoriales / 55 obras forma parte del programa versiones, invenciones, ficciones. Podés visitarla en el cuarto y sexto piso del macro.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

 

A través de una serie de piezas del acervo del macro se busca indagar sobre las posibilidades discursivas de las exposiciones. En un juego que propone ciertas reglas fijas se invita a diferentes actores a elaborar ensayos curatoriales. Proponemos un ejercicio especulativo y sensible que haga visibles los mecanismos narrativos del museo y la curaduría. De esta manera la noción de verdad —sustrato de la propia idea de museo— es puesta en contingencia al desplazar y diseminar la potestad exclusiva de discursos y significados.

Los ensayos curatoriales se sucederán en los pisos 4 y 6 del museo a lo largo de los meses. Cada uno de estos ensayos supondrá una selección —o la utilización de la totalidad— del conjunto propuesto de obras, la enunciación de un texto así como una distribución espacial que busque entablar relaciones entre las piezas. Las 55 obras elegidas problematizan y tensionan cuestiones en torno a los discursos, la escritura, las traducciones entre lenguajes —sonidos, palabras, imágenes, gestos— y la potencia imaginativa de la interpretación como una tecnología compleja y común. 

Las salas están marcadas con un sistema reticular en paredes, piso y techo propuesto por el curador asociado Matías Pepe. Esta grilla busca revelar al espacio como un territorio donde se construyen sentidos y se entablan diálogos. La exposición se evidencia como un consenso cultural a revisar y atender, buscando poner en crisis la percepción de imparcialidad u objetividad con el que habitualmente la transitamos. 

 

 

ensayo 1
/

El primer ensayo curatorial, a cargo de Matías Pepe y el equipo del museo, sucede durante el mes de abril del 2023. Todas las obras expuestas —a través de materialidades, poéticas y temporalidades muy diferentes— ponen en entredicho la naturalidad de los lenguajes. La escritura, el dibujo, los relatos, los mapas, los símbolos presentes en ellas nos evidencian lo poco neutral de los sistemas con los que codificamos el mundo y nos comunicamos. De esta manera, las obras nos invitan a reflexionar sobre la invisibilidad de las estructuras culturales y lo imprescindible que resulta reparar en ellas para construir una mirada crítica y transformar nuestro mundo.

El piso 4 presenta una serie de obras que se vinculan con los momentos de aprendizaje y los códigos construidos durante esas experiencias. Los mapas de Alfredo Londaibere nos interrogan sobre los modos de representar —y construir— nuestro mundo a través de la combinación de imágenes cotidianas: cajas de golosinas, folletos viejos y revistas en desuso. La Nerviosa geografía de Claudia del Río utiliza fragmentos de los límites provinciales y los acuíferos argentinos para definir una nueva cartografía. En Se siente como entrenamiento de Clara Esborraz y Bienaventurados malditos de León Ferrari la palabra escrita y el dibujo se mezclan, se confunden, se interrogan: nos recuerdan la cercanía y fluidez de lenguajes habitualmente alejados. Sobre la mesa, las obras de David Blandy y Marco Bainella remiten a experiencias de residencias (espacios de formación para artistas) en donde las traducciones entre fotografías, imágenes y formatos despliegan proyectos que problematizan los modos de procesar vivencias y recuerdos.

El piso 6 congrega piezas que apelan a mundos imaginarios, oníricos o utópicos. Las imágenes de Oscar Bony, Grete Stern y Lorena Ventimiglia perforan la experiencia habitual para sumergirnos en el mundo enigmático —e inquietante— de sueños y pesadillas. En el lado opuesto de la sala, las obras de Mirtha Dermisache, Luis Bras y los documentos del CAyC nos hablan de un tiempo pasado (las décadas de 1960 y 1970) donde las prácticas artísticas apostaban a la experimentación con las más recientes tecnologías de su época. Las obras de Marcelo Pombo,  Karina Granieri y Gastón Pérsico —desde coordenadas estéticas muy heterogéneas— cruzan disciplinas y saberes (el jurídico, la historia del arte, la filosofía, la música) para dar cuenta de las desigualdades, injusticias y malestares que siguen imperando en nuestras sociedades.

 

Texto: Georgina Ricci

 

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

CRONOGRAMA | 4 ENSAYOS

31.03.2023 | sistema expositivo reticular

06.04.2023 | Ensayo 1 | Curaduría Equipo del museo y Matías Pepe

18.05.2023 | Ensayo 2 | Curaduría Manuel Quaranta

20.07.2023 | Ensayo 3 | Curaduría Carolina Landoni y Javier Silva

| Ensayo 4 | Curaduría Roberto Echen, Cecilia Lenardon y Mauro Eyras